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En imagen Jorge Sánchez Albendea

“Estos dos años de pandemia va a hacer que esta Semana Santa tenga ese plus diferente, que vaya a ser histórica”

Por Rubén M. Checa
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rubencuencanewses /5/5/16
sábado 09 de abril de 2022, 15:29h

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A escasas horas de que las puertas de la iglesia de San Andrés se abran para que de comienzo la Semana Santa de 2022, el presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, espera que esta la Semana grande de Cuenca se desarrolle este año sin ningún tipo de incidentes.

Cree que, tras estos dos años de pandemia, va a tener un plus diferente que, augura, va a hacer que sea histórica, y ha asegurado que los problemas económicos surgidos por la pandemia “no se van a notar en ningún momento en los desfiles”.

¿Cómo se afronta la Semana Santa de 2022?

Esta va a ser una semana santa muy diferente para todos, y se afronta con la misma ilusión que todos los años, con un poco más de responsabilidad si cabe. Después de dos años, va a ser una semana santa muy especial. No solo por lo esperada, sino por lo emotiva de tanta gente que se ha quedado por el camino y que no van a estar con nosotros porque, al fin y al cabo, la Semana Santa también es un motivo de encuentro.

Creo que va a haber una confrontación de sentimientos, de ilusión y tristeza por la añoranza y por la gente que nos falta. Y desde nuestro punto de vista lo afrontamos con una mayor responsabilidad si cabe que otros años. El mejor homenaje que podemos hacer a toda esta gente que falta es hacer la mejor semana santa de la historia.

¿Existía, entre comillas, alguna presión extra en este modo?

Es verdad que lo que ha sido la organización de la Semana Santa, la gestión de ponerlo todo en funcionamiento, si cabe, ha sido un poco más laboriosa que años anteriores. Han sido dos años de desconexión, de lo difícil que ha sido y está siendo económicamente, al contacto con las bandas de música, las publicaciones, el trabajo interno de la institución que, en su trabajo interno, el trabajo ha estado paralizado dos años.

Entonces es verdad que ha habido una gestión más intensa, no más difícil, que nos ha llevado mucho más tiempo. Pero, en definitiva, lo importante es que todo está preparado como un año normal y corriente y, en lo que hago mucho hincapié, que el tema económico, que ha sido fundamental, no va a menoscabar los desfiles procesionales.

Todo un trabajo para hacer, como ha apuntado, que la semana sea histórica, ¿verdad?

Si. Sobre todo histórica porque, excepto en la Guerra Civil que fue cuando se paralizó nuestra Semana Santa, y a partir de ahí se tuvo que reconstruir, no habíamos tenido antes un parón tan grande.

Creo que va a ser histórica por eso, porque se cierra ese paréntesis tan doloroso que hemos vivido y eso va a hacer que esta Semana Santa tenga ese plus diferente a otros años y que vaya a ser histórica por eso. La carga de responsabilidad la tenemos todos y tenemos que intentar, en conjunto, que sea lo mejor posible.

“Cualquier espectados y nazareno, en ningún momento, va a ver algo que le va a chirriar, ni mucho menos, por temas económicos”

Tras estos dos años de pandemia, todas las limitaciones, cancelaciones, cierres... ¿Cómo ha afectado a la parte económica de la Semana Santa?

De manera muy importante. A nivel de las hermandades, la principal fuente de ingresos es la subasta de banzos y enseres. Llevan dos años sin tener esta fuente de ingresos y hay que alabar el trabajo de las hermandades para intentar reinventarse económicamente y conseguir estar estos dos años no solo subsistiendo, sino en los tiempos difíciles, con una acción social y existencial importante cuando en la ciudad era necesario dentro de nuestra modestia.

Creo que el tema económico ha afectado mucho, a la Junta de Cofradías también afecta bastante, pero no solo este año, sino también en 2023, porque a lo largo del próximo año las hermandades empezarán a tener sus subastas, pero no empezarán a repercutir en la junta de cofradías hasta bien pasado el verano. La Junta de Cofradías, en 2023, seguirá haciendo frente a todos los pagos que hay que hacer, por eso estamos ante dos años difíciles económicamente y, el año que viene, nos va a generar una tensión de liquidez grande.

Pero como he dicho antes, el mensaje que hemos lanzado es que, gracias al ejercicio de responsabilidad, el tema económico no va a menoscabar los desfiles. Por tanto, cualquier espectados y nazareno en ningún momento va a ver algo que le va a chirriar, ni mucho menos.

En este sentido, ¿qué apoyo económico están haciendo las instituciones?

Tenemos convenio con el Ayuntamiento de Cuenca, que es de 60.000 euros y que incluye además una cantidad de servicios que se ponen a nuestra disposición y cesión de espacios que se necesitan en la cuaresma. El Ayuntamiento es la mano derecha de la Junta de Cofradías. La Diputación provincial es muy importante también, con un convenio de 20.000 euros y, además, en Diputación nos beneficiamos del programa Talía para la contratación de bandas de música de la provincia con un descuento que lleva por el convenio entre ayuntamientos y Diputación.

El Consorcio de Cuenca, con una asignación directa que viene arrastrándose de años anteriores, de 23.000 euros y que se mantiene este año. Tenemos la aportación también de Globalcaja, que suscribimos con ellos un convenio, que no solo afecta a la Semana Santa, sino también a actividades como la propia exposición de Joyas de la Pasión y la ruta de los belenes. El resto se sufraga con los recursos de la Junta de Cofradías.

Después de dos años sin procesiones, ¿qué papel ha jugado el museo?

El año pasado, como tuvimos que organizar muchas actividades en la cuaresma, es verdad que había restricciones, pero el flujo de visitante fue constante a lo largo del año.

Desde que comenzamos, en navidades, con la ruta de los belenes, y hasta ahora, la verdad que la actividad del museo, sin tener datos, me atrevería a decir que está aumentando. Las exposiciones están siendo continuas, se ha cerrado ahora una de chocolate y se ha inaugurado la de Joyas de la Pasión de una calidad enorme, con obras del siglo XVII. El museo ha conseguido mantener su actividad y, sobre todo, su nivel de visitas.

“Si conseguimos mantener nuestras señas de identidad llegaremos a la conclusión de que estos dos años han pasado pero la Semana Santa está ahí, tiene unos cimientos muy sólidos”

En los actos previos como la presentación del cartel o la procesión infantil de la JdC había más público que años anteriores. ¿Qué expectativas tenéis respecto a la Semana Santa?

El acto de la presentación del cartel, el pregonero y el spot publicitario entendíamos que este año tenía que ser diferente, distinto, con mucha carga emocional. También queríamos que fuese el punto de partida para animar a la comunidad nazarena, a los conquenses, para decirles que ya vamos a poder tener la semana santa en la calle. Era una llamada de atención y de poner a todo el mundo en alerta de alentarlas para que todo durante la cuaresma fluyese como lo ha hecho. Estábamos 710 personas, una cosa espectacular.

Y la procesión infantil también nos quedamos todos asombrados. Así que, lejos de todo eso, sobre todo está la satisfacción de que todo se ha vuelto a reactivar, que la Semana Santa de Cuenca es algo muy grande que une a todos los conquenses y que el relevo generacional está más que demostrado que se va a tener.

¿Un deseo para 2022? A parte de que no llueva…

(Risas) Ese es el que queremos todos, pero eso no lo podemos controlar. Lo más importante, ver nuestros 10 desfiles procesionales en la calle, que seguimos teniendo nuestro Sábado santo que solo ha podido salir un año a la calle, y que gracias a él se cerró una semana donde vivimos nuestra pasión, muerte y resurrección, que es lo que debe primar en nuestra Semana Santa

Y también que sea una Semana Santa especial para todo, que la sepamos disfrutar y no perdamos los valores que nos son propios. Eso es lo que más me gustaría, no perder nuestras señas de identidad como nuestra devoción, nuestro orden procesional, nuestro silencio... Porque todo eso, después de dos años, si conseguimos mantenerlo, llegaremos a la conclusión de que estos dos años han pasado pero la Semana Santa está ahí, tiene unos cimientos muy sólidos y nuestra seña de identidad sigue. Evidentemente, ojalá la participación sea como estos últimos años que creo estábamos llegando ya a topes elevadísimos, pero si este tiene que caer, ojalá no sea mucha.

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