Lo que fuera la Taberna de Pepe tiene ya una segunda vida de mano de Enki López. Junto a otros tres socios conquenses, abre el que fuera uno de los locales más conocidos de Cuenca con un estilo completamente renovado, y fuera de lo habitual.
“No hay un sitio igual en Cuenca, ni probablemente en España”, asegura Enki. “Hemos apostado por darle un giro de 180 grados tanto en decoración como en oferta gastronómica”.
Una carta que pretende llevar al comensal a un viaje por los distintos continentes con toques de fusión entre diferentes cocinas, pero manteniendo la esencia de cada plato. La oferta gastronómica viajará desde la cocina europea y mediterránea, pasando por la americana y asiática. “La idea es que, cuando vengas con los amigos o la familia, cada uno pueda pedir lo que le apetezca” dice Enki.
El local, que cuenta con más de 600 metros cuadrados, ha sido divido en estancias con fines diferenciados y, a la vez, complementarios para que el visitante pueda estar desde el aperitivo a la copa de después de cenar.
La entrada ya vaticina lo que se encontrará tras sus puertas. Un mundo sorprendente con detalles que llaman la atención en cada rincón y que introduce al comensal en el universo KADON.
“Como referencia al pasado hemos mantenido elementos arquitectónicos como columnas y arcos, así como la barra y otros objetos decorativos como espejos y algunas lámparas. Pero todo lo demás es 100% KADON” explica Enki. “Cada sala tiene su historia y entre todas conforman el espíritu KADON. Que es algo que no se puede explicar, hay que vivirlo”.
El local también alberga una sala de exposiciones que abrirá con 14 obras del artista valenciano Emilio Cárdenas, en colaboración con la Galería CasaZóbel. “Una de las ideas que teníamos en mente al crear la empresa era que queríamos impulsar Cuenca no solo desde la gastronomía también desde el arte y la cultura y KADON es el lugar perfecto” asegura Enki, “y más ahora que Cuenca será la Capital Española de la Gastronomia 2023”.
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