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Noche de silencio, capuces blancos y olivos
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(Foto: cuencanews.es)

Noche de silencio, capuces blancos y olivos

Por Redacción
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jueves 06 de abril de 2023, 04:13h

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Miércoles Santo en la ciudad castellana de Cuenca es sinónimo a noche de silencio, de capuces blancos y de olivos moviéndose al son de las marchas semana santeras que suenan por las calles angostas de la ciudad medieval. Desde la Iglesia Parroquial de San Esteban, a las 19,00 h. arrancaba el desfile, del templo realizaron su salida procesional las Venerables Hermandades de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y del Prendimiento. Esta procesión, cuyo común eje cronológico se centra en los episodios de la Pasión del Redentor que tienen lugar en Getsemaní y primeras horas de la noche, se caracteriza también por el color blanco del capuz en todas las Cofradías excepto en la de San Pedro Apóstol que cambia a encarnado. Ascendieron ambas Hermandades con sus Sagradas Imágenes titulares hacia la Plaza Mayor, no sin antes hacer parada en la Parroquia de El Salvador, donde se incorporo al cortejo la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol. De gran vistosidad es el paso de las Cofradías e Imágenes Procesionales por la nazarena curva de Solera con la calle del Peso. Mientras estas Hermandades continuaron su ascenso, desde la Iglesia de San Pedro, en lo más alto de la ciudad antigua, inicio su incorporación al desfile procesional tres cofradías más: las Venerables Hermandades de San Pedro Apóstol, La Negación de San Pedro y Santísimo Ecce Homo (de San Miguel). El discurrir de todas las Cofradías llega a simultanearse hasta confluir en la Plaza Mayor, donde se unió, para encabezar el descenso, la Venerable Hermandad de la Santa Cena, que realizo su salida procesional desde la Santa Iglesia Catedral Basílica.

Pasadas las once de la noche, y en perfecto orden cronológico, el cortejo volvió, por Alfonso VIII y Andrés de Cabrera, a San Juan y Palafox, para llegar a la parte baja de la ciudad. Se hace imprescindible ver el desfile por las populares Curvas de la Audiencia. Tras discurrir por la parte nueva de la ciudad, la mayoría de las hermandades terminaron su estación penitencial en la iglesia de San Esteban y alrededores, aunque no debería importarnos seguir a las Hermandades del Santísimo Ecce Homo (de San Miguel) y Nuestra Señora de la Amargura a su vuelta, de madrugada, hacia la iglesia del Salvador.Noche de silencio, capuces blancos y olivos

Miércoles Santo en la ciudad castellana de Cuenca es sinónimo a noche de silencio, de capuces blancos y de olivos moviéndose al son de las marchas semana santeras que suenan por las calles angostas de la ciudad medieval. Desde la Iglesia Parroquial de San Esteban, a las 19,00 h. arrancaba el desfile, del templo realizaron su salida procesional las Venerables Hermandades de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y del Prendimiento. Esta procesión, cuyo común eje cronológico se centra en los episodios de la Pasión del Redentor que tienen lugar en Getsemaní y primeras horas de la noche, se caracteriza también por el color blanco del capuz en todas las Cofradías excepto en la de San Pedro Apóstol que cambia a encarnado. Ascendieron ambas Hermandades con sus Sagradas Imágenes titulares hacia la Plaza Mayor, no sin antes hacer parada en la Parroquia de El Salvador, donde se incorporo al cortejo la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol. De gran vistosidad es el paso de las Cofradías e Imágenes Procesionales por la nazarena curva de Solera con la calle del Peso. Mientras estas Hermandades continuaron su ascenso, desde la Iglesia de San Pedro, en lo más alto de la ciudad antigua, inicio su incorporación al desfile procesional tres cofradías más: las Venerables Hermandades de San Pedro Apóstol, La Negación de San Pedro y Santísimo Ecce Homo (de San Miguel). El discurrir de todas las Cofradías llega a simultanearse hasta confluir en la Plaza Mayor, donde se unió, para encabezar el descenso, la Venerable Hermandad de la Santa Cena, que realizo su salida procesional desde la Santa Iglesia Catedral Basílica.

Pasadas las once de la noche, y en perfecto orden cronológico, el cortejo volvió, por Alfonso VIII y Andrés de Cabrera, a San Juan y Palafox, para llegar a la parte baja de la ciudad. Se hace imprescindible ver el desfile por las populares Curvas de la Audiencia. Tras discurrir por la parte nueva de la ciudad, la mayoría de las hermandades terminaron su estación penitencial en la iglesia de San Esteban y alrededores, aunque no debería importarnos seguir a las Hermandades del Santísimo Ecce Homo (de San Miguel) y Nuestra Señora de la Amargura a su vuelta, de madrugada, hacia la iglesia del Salvador.

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