La Gerencia del Área Integrada recibe el reconocimiento por la implantación de certificados de calidad en ocho servicios hospitalarios

La Gerencia del Área Integrada de Cuenca ha recibido el certificado de calidad de los ocho servicios hospitalarios que están acreditados con la Norma ISO 9001:2015, durante un acto presidido por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, la directora gerente del SESCAM, Regina Leal y la directora general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria, Blanca Parra, que hicieron entrega de estas distinciones a diferentes Gerencias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Los servicios de Análisis Clínicos, Hematología, Microbiología, Radiodiagnóstico, Farmacia, Anatomía Patológica, Admisión e Información y Atención al Paciente del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca cuentan con certificados de calidad de la Norma ISO 9001:20015, un reconocimiento que garantiza la calidad del servicio que se presta a los usuarios a través de la implantación de métodos de trabajo protocolizados, evaluables y sometidos a un seguimiento periódico y continuo.

Su obtención supone una garantía de eficacia internacionalmente reconocida y pone de manifiesto la voluntad de mejora del servicio ofrecido a los usuarios dentro de las políticas que impulsa el Gobierno de Castilla-La Mancha para lograr una organización de los servicios públicos de calidad, moderna, eficaz y efectiva.

Además, supone la implicación de los profesionales que conforman los diferentes servicios hospitalarios ya que la implantación de modelos de calidad es un trabajo en el que participan los propios profesionales que realizan un control integral de los servicios.

La gestión de los procesos y la mejora continua son los principios que marcan la política de calidad de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca como un medio para lograr ofrecer el mejor servicio a los usuarios.

La Norma ISO 9001 sobre gestión de calidad es un certificación de gran reconocimiento en todo el mundo y, en el ámbito sanitario, la complejidad de los procesos asistenciales requiere un esfuerzo aún mayor de los profesionales y de las instituciones para garantizar esa mejora de la gestión.