El “Hervás” es uno de los herederos del Instituto Provincial de Cuenca fundado por Real Orden de 5 de octubre de 1844 y nacido de las gestiones de la Diputación conquense. Este primitivo instituto decimonónico no incorporó la presencia femenina a sus aulas hasta el año 1878.
La primera referencia conocida de intento de creación de Instituto femenino en Cuenca la encontramos en 1934, pues se pensaba que “sería mucho más práctico, más técnico, más moral, más en consonancia con las corrientes modernas” (EL DEFENSOR DE CUENCA, 1934)
Dando un salto en el tiempo y situándonos en el 12 de noviembre de 1946, que es cuando el Instituto de Cuenca estrena, por primera vez, edificio propio, todo parece indicar que habrá capacidad suficiente para albergar a la población estudiantil sin muchos problemas por mucho tiempo, pero no sucede así. Y, en 1962, el aumento desmesurado de la población escolar es tan preocupante que el gobernador civil decide que es necesario construir un nuevo edificio para el Instituto masculino y establecer en el actual uno femenino (ABC, 1962). Así que el Instituto femenino nace ese mismo año por Decreto 3133/1962 de 22 de noviembre, según el cual el Instituto Nacional de Enseñanza Media mixto “Alfonso VIII” tiene que desdoblarse en dos: el masculino y el femenino, quedando transformado en masculino el Instituto mixto.
A partir de octubre de 1963 se hace efectivo el desdoble y el femenino comienza su andadura con un claustro insuficiente y sin edificio propio entre otros inconvenientes. Del mixto no ha heredado ni el Archivo Histórico, ni la Biblioteca Histórica, ni el edificio, ni tampoco los gabinetes de Física e Historia Natural. Otros femeninos nacidos bajo el mismo Decreto que el Instituto femenino de Cuenca, y por división de sus institutos mixtos de origen, fueron más afortunados porque el desdoble del material pedagógico fue más equitativo. Tal fue el caso del Instituto femenino de Almería que heredó el archivo, la biblioteca y el edificio. Y aún mejor en el caso del femenino de Burgos, pues recibió el edificio, la denominación específica y el emblema del mixto, parte de la biblioteca y el gabinete-museo de Historia Natural. También fueron afortunados los femeninos nacidos en Pontevedra y Santander, pues heredaron los maravillosos edificios históricos.
El día 8 de octubre de 1963, estos dos institutos “hermanos” inauguran el nuevo curso académico en el Aula Magna del “Alfonso VIII” y la primera lección del curso corre a cargo del catedrático de Lengua y Literatura del masculino, don Gonzalo Torrente Ballester, y que lleva por título “La novela contemporánea española”.
La primera sede que conoce el “Hervás” es el Instituto masculino “Alfonso VIII”, y aquí permanecen desde 1963 hasta 1966, año en que estrenan su propio edificio (actualmente en ese solar encontramos el pabellón Luis Yúfera).
Y la época que transcurre desde el año 1966 hasta el 1972 es en la que el “Hervás” conoce su segunda ubicación: su primer edificio propio situado en la avenida San Ignacio de Loyola número 15. Será En él el afamado pintor conquense don Víctor de la Vega gana la cátedra de Dibujo del “Hervás” en 1968, por oposición y con el número 1. Además, durante estos años, muchos de los catedráticos del femenino participan de la vida cultural de la capital impartiendo conferencias en la Casa de la Cultura como, por ejemplo, lo hacen los catedráticos Rosa Aguilar, Antonio Herrera García, José Jesús de Bustos Tovar y María Riaza en el curso 1966-67 participando dentro del ciclo de conferencias “El progreso humano a través de la Historia, la Literatura y el Pensamiento”. También en el ciclo de conferencias “El hombre y su cultura a través de los tiempos”. Y, en 1969, dentro del ciclo de conferencias “Perspectivas de la ciencia en la actualidad”.
Es interesante mencionar la iniciativa que partió del “Hervás” durante la década de los 60. En las declaraciones de la Jefe de Estudios y catedrática de Filosofía del “Hervás”, Mª Riaza, al DIARIO DE CUENCA en agosto de 1967, explica que desde el próximo curso se podrá estudiar Filosofía y Letras y selectivo de Ciencias con carácter de alumnos oficiales de la Universidad de Madrid, sin tener que moverse de Cuenca, e impartiéndose las clases en locales del “Hervás” y por catedráticos del femenino y del masculino. Todo gracias al apoyo de Diputación y con la conformidad del Rector de la Universidad de Madrid. Además, la catedrática de Ciencias Naturales, María Elena Carretero, organiza un Museo de Ciencias “para el bien de Cuenca y el de sus hijos” (ALGARABÍA Nº 5 y 6, 1967) lo cual no deja de ser otra iniciativa bastante interesante del “Hervás”.
Y esto no es todo, pues el “Hervás cuenta con un maravilloso director muy comprometido con la enseñanza y con Cuenca. Se trata del catedrático de Geografía e Historia, don Antonio Herrera García, que ocupa la dirección del “Hervás” desde 1966 hasta 1969, año en que se tiene que marchar de la ciudad. Durante su estancia en la capital se termina enamorando de las tierras conquenses y se dedica a clasificar los documentos que va encontrando y que tratan de la Historia de Cuenca, desarrollando con ello una tarea ejemplar y muy valiosa. Al señor Herrera se le publican dos libros: “Cuenca Musulmana” (1966) y “Hemeroteca conquense” (1969). Además, se le publican algunos trabajos en DIARIO DE CUENCA como “Conquenses en América en los primeros años de la conquista” y la ‹‹Cuestión “Alonso de Ojeda”››, entre otros. Y, eso no es todo, porque también pronuncia conferencias en la Casa de la Cultura con títulos tan sugerentes como “Del hacha de sílex hasta el Edicto de Milán”, “El hombre, la economía y la sociedad de la Edad Media”, “En el umbral de la actualidad”, “Una nueva época: de la reforma al ocaso del Antiguo Régimen”, entre otras.
La tercera sede que conoce el “Hervás” es el Instituto mixto recién terminado y proyectado desde un principio como secciones delegadas para el masculino y el femenino. Se trasladan a este edificio en 1972 y permanecen en él hasta 1978. Lo que sucede es que abandonan el de la avenida de San Ignacio de Loyola porque, desde diciembre de 1970, se detectan fisuras y grietas puesto que el Instituto femenino está construido en una zona de “echadizo” (AHP EDUC-230/2) y en 1976, es demolido en dos fases.
La cuarta y última ubicación d el “Hervás” es la que conocemos actualmente, asomados al Júcar y próximos a la Universidad de Castilla-La Mancha, y en la que el “Hervás” conoce la presencia masculina en sus aulas, pues, desde 1983 puede matricular varones. Además, este edificio es escenario del 50 aniversario del centro desde su puesta en funcionamiento en el año 1963. Desde entonces, han pasado por él muchas generaciones de conquenses.
Deseamos todo lo mejor a este Instituto en su cincuentenario, porque no cabe duda de que el “Hervás” es un buen centro con una interesante historia y que cuenta con un director (Fernando Palomares) y un conserje (José Luis) que, desde el principio, brindaron su apoyo y ánimos a la que suscribe en la confección de la ponencia presentada en las Jornadas de Institutos Históricos de España. A los dos: GRACIAS.
Mª Jesús González Izquierdo
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