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Cuenca: Culo de saco

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
lunes 25 de abril de 2011, 19:20h

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El consejero Sánchez Pingarrón anuncia a bombo y platillo (es evidente que estamos en precampaña electoral) la firma de un contrato para la redacción del subtramo 6 de la denominada “autovía del Júcar” entre Albacete y Madrigueras.

Esta autovía que debe conectar Cuenca y Albacete, si nos atenemos a las promesas electorales hechas en 2007, tendría que haber estado terminada antes de concluir la actual legislatura, pero como vemos ni siquiera ha empezado su construcción. Además, si todos los plazos se cumplen este subtramo de 21 km junto con otros 21 que partirían de Cuenca hacia Albacete estarían terminados en junio de 2013. Si la longitud total de dicha autovía son 130 km y, suponiendo que se mantenga este  ritmo de construcción  no la veríamos acabada antes del 2018, es decir dentro de 7 AÑOS.

 

Echando la vista atrás podemos recordar que el 25 de junio de 1992 tuvo lugar en Cuenca la mayor manifestación de su historia (25.000 personas) para reclamar que la autovía Madrid-Valencia pasara cerca de nuestra ciudad; como aquella batalla se perdió, los políticos de entonces se sacaron de la manga una “compensación” denominada pomposamente “autovía de Castilla-La Masnca” que nadie demandaba pero  que por mor del estado autonómico y de la tan cacareada “vertebración regional” hubo que aceptar resignadamente. La “Autovía de Castilla-La Mancha” debía conectar las localidades de Maqueda, Talavera de la Reina, Toledo, Tarancón y Cuenca. Ni que decir tiene que era la excusa perfecta para conectar Cuenca con Madrid a través de Tarancón pero sin decirlo expresamente.

De esa manera se satisfacía parte de la reivindicación de los miles de conquenses que se manifestaron aquel 25 de junio de hace 19 años. La conexión con Tarancón se inauguró hace apenas un año (28 de abril de 2010), es decir 18 años después de aquel lejano 25 de junio, pero quedaba conectar Cuenca con Valencia: para ello los jerifaltes autonómicos se han sacado de la manga este nuevo invento “La Autovía del Júcar”  que nuevamente por mor del estado autonómico y de la vertebración regional debe conectar Cuenca con Albacete pasando por Motilla del Palancar. Ni que decir tiene que ambas autovías la de “Castilla-La Mancha” y la “del Júcar” no son sino la manera que tiene los políticos de tratar de enmendar un patinazo histórico: la decisión que en su momento tomó el ministro de Borrell de denegar que el trazado de la A-3 Madrid-Valencia pasara por Cuenca capital. Ésa sí que era una autovía necesaria con demanda más que suficiente que justificaba su construcción, las otras dos no son ni serán más que un monumento a la incompetencia y al despilfarro por no haber hecho las cosas bien y de forma sensata en su momento.

Ni que decir tiene que esas dos infraestructura nos vienen de perlas a los conquenses aislados y marginados durante décadas, pero hay que reconocer sinceramente que no están en absoluto justificadas por sus potenciales usuarios y más si, como parece, la autovía a Teruel (salida lógica hacia Aragón y Cataluña) para ambas autovías, no se ejecuta finalmente o se pospone “ad calendas grecas” como todo parece indicar. En definitiva, que, con mucha suerte, allá por el 2020, casi 30 años después de aquella manifestación que sacó a casi todos los conquenses a la calle, podremos decir que, finalmente, estaremo, dios mediante,  comunicados por autovía con Madrid y con Valencia.

Es y ha sido un gran injusticia histórica que Cuenca todavía en 2011 sea un “culo de saco” donde muere una autovía que parte de Tarancón (pues la conexión con la capital regional como es evidente no está terminada ni se sabe cuándo se terminará) y que no tiene salida ni hacia Valencia, ni hacia Teruel, ni hacia Albacete. Los problemas de la autovía a Teruel, lo que es lo mismo que decir conexión con Zaragoza y Cataluña por el camino más corto, que está de nuevo en proceso de estudio de impacto ambiental cuando debería ya estar a mitad de su construcción, nos alejan quinquenios o décadas de su posible finalización. De la autovía a Ciudad Real ni hablamos porque de momento son palabras, promesas electorales que se llevará el viento en cuanto pase el 22 M al igual que ha ocurrido en anteriores campañas electorales.

Desde mi humilde punto de vista, lo más urgente y necesario para Cuenca sería garantizar lo antes posible la conexión con Valencia por la que venimos suspirando hace más de 30 años y para ello, sin menospreciar ni olvidar los demás destinos: Teruel, Albacete, Toledo y Ciudad Real, deberíamos exigir que el primer tramo que debería acabarse con urgencia y centrando en él todos los esfuerzos constructivos, debería ser el tramo Cuenca-Motilla del Palancar de la “autovía del Júcar”. La estrategia adoptada de ejecutar simultáneamente los tramos que parten de Cuenca y de Albacete no puede resultar satisfactoria en absoluto para los intereses conquenses puesto que la conexión de Albacete con Cuenca no parece tan prioritaria como la de Cuenca con Valencia.

Albacete tiene ya conexión por autovía con Toledo, Madrid, Ciudad Real, Jaén, Valencia y Alicante y conexión ferroviaria en Alta Velocidad con Cuenca.

Por ello, considero que nuestro políticos locales y regionales deberían concentra sus esfuerzos tras la próximas elecciones en la aceleración de la construcción del tramo Cuenca-Motilla aunque se retrase un tiempo el tramo Albacete-Motilla. Que Cuenca deje de ser un “culo de saco” en materia de autovías es cuestión de voluntad política y de presión popular sin la que, como a fuerza de palos hemos aprendido, no es posible la consecución de objetivos importantes para Cuenca.

 

Constancio Aguirre

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