Al igual que surgieron en los 50 y 60 de forma natural los rodajes de spaghetti-western en Almería, atraídos por el sol, el exotismo de sus paisajes y la mano de obra barata, Cuenca puede convertirse en El Dorado cinematográfico europeo, ya que añade a esas cualidades una monumentalidad de primer orden, Patrimonio de la Humanidad, junto a su excelente cocina, buenos vinos, plazas hoteleras suficientes para albergar varias superproducciones al mismo tiempo, deportes al aire libre como la escalada, y la proximidad antedicha. El western declinó y se llevó por delante las infraestructuras creadas, al no ofrecer otras alternativas paisajistas y monumentales. Y estar muy lejos de la capital. ¡Qué pena aquellos caballistas que hacían cabriolas y caídas imposibles! Quien escribe estas letras participó en el western “Los cuatro de Fort Apache”, 1972, meritorio entonces, y puedo asegurarles que tomar “El Sevillano” y llegar tras veinticuatro horas a su destino, no es lo mismo.
Así como otros enclaves de la geografía nacional han querido atraer al cine mediante costosas infraestructuras, como es el caso de la Comunidad Valenciana, 260 millones de euros han costado los deficitarios Estudios de la Ciudad de la Luz, Cuenca posee los mismos atributos en cuanto a monumentalidad natural, no necesita de la creación de costosos decorados, pues estos ya los posee en sus edificios naturales y no requiere de grandes platós de 1000 o 2000 metros cuadrados para rodar grandes escenas en interiores, porque en todo caso estos ya están en Madrid. Naturalmente, también la proximidad de la costa levantina y sus atributos naturales, le hace ser equidistante respecto a estos dos polos. Así pues, cualquier productor puede plantearse rodar exteriores e interiores naturales en Cuenca y rodar interiores en estudio (plató) en las instalaciones que ofrece Madrid.
Naturalmente, los productores exigimos un alto nivel de profesionalidad en los equipos técnicos, y si la cualificación profesional que se nos ofrece es inexistente, nos pensamos mucho rodar en esos enclaves ya que los costes son muy elevados al tener que trasladar un equipo numeroso e instalar temporalmente las infraestructuras necesarias. Esto, se remedia en parte, dada la proximidad de Madrid y de Valencia, pero plantea una cuestión, ¿por qué renunciar a la creación de empresas de servicios, como: decoración, modelado y dibujo, diseño 3D, servicios de realización y producción, fotografía, efectos especiales, vestuario, catering, traducción, periodismo especializado, plazas hoteleras, iluminación, cámaras, publicidad y promoción, diseño, interpretación, postproducción, ahora que ya no se requieren de laboratorios de cine, pues la tecnología ya toda es digital, etc. y renunciar a la creación de 200 nuevos puestos de trabajo anuales y una rentabilidad en términos de imagen equivalente a los planes quinquenales de promoción de la Junta de Castilla y la Mancha, teniendo además una Universidad que arroja anualmente un centenar de estudiantes preparados para incorporarse al tejido laboral de la comunicación y de especialidades relacionados con el arte, la imagen y el sonido?
Cuenca posee además, y esto es un dato que los productores apreciamos mucho, un muy bajo nivel de ruido, lo que facilita la tranquilidad de los actores, la comunicación y el registro del sonido directo. La provincia de Cuenca y la ciudad de Cuenca son un remanso de tranquilidad. La producción audiovisual es una industria limpia, no contaminante, respetuosa con el medio ambiente, además de aportar recursos importantes al PIB de la región, los trabajos de acondicionamiento y limpieza de parajes naturales mejoran el estado de los mismos y la comunicación con los medios digitales.
Entonces, la pregunta que nos hacemos es, ¿por qué teniendo estas cualidades, y siendo la industria audiovisual, una industria sostenible y declarada por la Unión Europea como estratégica, los americanos lo saben muy bien desde los comienzos del cine, las instituciones conquenses no se han preocupado en demasía, por desarrollar políticas que favorezcan su implantación y desarrollo en la provincia, teniendo precedentes cinematográficos como Calle Mayor, El Cid, Peppermint frappé, El crimen de Cuenca, Conan el bárbaro o Para Elisa?
También nos preguntamos, ¿acaso llevan incorporados en sus programas propuestas relacionadas con esta casuística para estas próximas Elecciones?
Desde hace un año, estamos trabajando para que en breve se haga realidad el largometraje “De púrpura y escarlata”, thriller que va a dirigir el conquense Juanra Fernández y estamos desarrollando el documental “Cuenca, plató natural de cine”, en 2016 Cuenca será la protagonista. Un grupo de empresas de la Comunidad Valenciana, Cataluña y México, ya estamos invirtiendo en Cuenca, contamos con el entusiasmo y la ilusión de jóvenes que han visto una oportunidad en este sector y que son el germen de la riqueza en el futuro. Los protagonistas Eduardo Noriega y Fernando Tejero capitanean un elenco de lujo y empresas especializadas internacionales ya han apostado por este comienzo, tal vez habrá que decirle a la Ciudad Encantada que salga de su letargo y suba a este tren de alta velocidad, el coste de oportunidad de perderlo es alto. ¡Cuenca!, el cine, ahora más que nunca, es un plus de riqueza para salir de la crisis, ¿te apuntas?.
Enrique Viciano