En invierno, explica el Dr. Moreno, es cuando los pacientes alérgicos a hongos de la humedad tienen síntomas que frecuentemente suelen confundirse con catarros de repetición, pero en realidad se deben a hongos como Alternaria o Aspergillus. Estos hongos abundan en la atmósfera en los meses de invierno.
Este alergólogo matiza que en los meses invernales también existen enfermedades alérgicas porque todas las plantas de la familia de las cupresáceas (ciprés, arizónica, sabina, etc.) polinizan en invierno. Los pacientes alérgicos a estas plantas y árboles presentan síntomas a nivel ocular (picor, enrojecimiento conjuntival y lagrimeo), nasal (picor, moqueo, estornudos y congestión) y bronquial (tos, sensación de opresión torácica y falta de aire).
Además el doctor comenta que la “alergia al frío” es una enfermedad poco frecuente, cuyo nombre es crioaglutinemia, y suele cursar con picor, habones y rojez en las zonas mas expuestas. Su causa está en la existencia en el plasma sanguíneo de unas proteínas, llamadas crioaglutininas, que al reaccionar con el frío provocan estos síntomas.
También en esta época del año hay una mayor incidencia de casos de pacientes alérgicos a los frutos secos al ser cuando más se consumen.
Para terminar, el Dr. Moreno subraya que el consejo más importante para cualquier paciente alérgico es “no automedicarse y acudir a su médico de Atención Primaria cuando aparezcan los síntomas, para que éste lo examine y lo remita al alergólogo si lo considera necesario”.