Lo fundamental en una teoría, por muy disparatada que esta sea, es buscar una excusa convincente que explique por qué no ha funcionado, por ejemplo, todos nos acordamos de cómo el antiguo gobierno explicaba que la economía no había crecido con el famoso Plan E porque este era insuficiente –en vez de deducir que era inútil-, por lo que, según afirmaban, era necesario un nuevo plan que terminó por arruinar las arcas del estado; a esto le llamo yo una teoría blindada.
No obstante, y catástrofes mayas aparte, hay que reconocer que nos espera un año tremendamente complicado a la vez que decisivo. En los próximos meses, España se juega su futuro, y debe emprender el camino a su recuperación económica. El nuevo gobierno tiene mucho trabajo por delante.
Hasta ahora, podemos concluir que el nuevo ejecutivo ha venido a gobernar, que no está perdiendo el tiempo y que está encarando los problemas con valentía y prontitud, con el peligro que conlleva el tomar decisiones con la urgencia necesaria y sin tener toda la información disponible, pero si en algo destaca este consejo de ministros es que con su experiencia no iban a perder un minuto en ponerse al día.
El ejemplo más claro de que esto es así es que en una semana preparó el recorte que tenía previsto aprobar en los presupuestos de marzo, y redujo el gasto público para el primer trimestre lo que tenía previsto para todo el año; todo ello de manera adicional, después de descubrir la herencia ruinosa del antiguo gobierno.
Seamos francos, la subida del IRPF es mala para la economía, pero lo es peor el no poder asumir nuestro enorme déficit. La subida de impuestos limita el crecimiento económico, y sus consecuencias van a depender de las reformas estructurales que llevemos a cabo, especialmente la restructuración del sistema financiero, la del mercado laboral y la financiación de las autonomías.
Si conseguimos dar pasos valientes en esta dirección y flexibilizar nuestra economía para que ésta sea más competitiva, podremos minimizar las consecuencias de las curas de urgencia que ha aplicado el nuevo gobierno, y a medio plazo poder volver a crecer, financiarnos a menor coste, crear empleo, y por último, bajar impuestos; para llegar a ello harán falta muchos sacrificios, el reto merece la pena.
He de reconocer que viendo la que se nos avecina y los sacrificios que nos queda por hacer, me vuelven a rondar por la cabeza los mayas. En cualquier caso, si algo nos ha enseñado la historia es que de las crisis económicas se sale tarde o temprano. Esperemos que comience este año.
Pablo Muñoz Miranzo
Twitter: @pmmiranzo
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