El Virus del Papiloma Humano es una infección de transmisión sexual, por lo que es considerada dentro del grupo de enfermedades venéreas. La vacunación consigue su máxima efectividad cuando se administra antes de haber iniciado relaciones sexuales.
La pauta habitual es de tres dosis que deben ser administradas en un periodo de un año y la vía de administración es intramuscular en deltoides.
Vacuna profiláctica no terapéutica
Esta vacuna es profiláctica no terapéutica, es decir, no previene lesiones en mujeres ya infectadas con VPH. No inmuniza frente a todos los tipos del VPH que pueden causar cáncer de cuello de útero, pero sí frente a los más frecuentes.
Está indicada, según la ficha técnica, para prevención de lesiones genitales precancerosas (cervicales, vulvares, vaginales), cáncer cervical y verrugas genitales externas (condiloma acuminata) relacionados causalmente con los tipos 6, 11, 16, 18.
El virus se transmite por cualquier tipo de contacto sexual con una persona infectada y la probabilidad de infección aumenta si el número de contactos es mayor y si las relaciones se inician a una edad temprana.