Barambio ha añadido que “desde el mes de agosto se han dejado de realizar más de 300 horas, lo cual además nos origina problemas con nuestros empleados municipales allí donde opera Cejusa, concretamente en las instalaciones Luis Ocaña, en los polideportivos San Fernando y El Sargal, y en las oficinas administrativas del IMD”.
Asimismo, la Junta Rectora del IMD ha iniciado el expediente para la posible disolución del Instituto, una cuestión en la cual “existe voluntad de los operarios municipales, los sindicatos representativos y unanimidad en los grupos políticos”, para lo cual hay que seguir los pasos que indica la normativa vigente con ajuste a la legalidad.
Cabe señalar que, de hacerse efectiva en el futuro esta disolución, el IMD pasaría de ser un organismo autónomo a ser un servicio más del Ayuntamiento de Cuenca. Con ello se respondería a una reivindicación de los operarios municipales, explica Barambio, quienes han solicitado esta medida, entre otras razones, porque en la situación actual quienes pertenecen al IMD no pueden acceder a acciones de promoción interna del Ayuntamiento pero a la inversa sí es posible, así como para mejorar la operatividad de los medios que se disponen y para evitar la duplicidad en las tareas que desarrollan.