El Partido Popular de Cuenca sólo puede mostrar su sorpresa por el comunicado de Carmen Torralba cuestionando las medidas de austeridad que Benjamín Prieto trata de poner en marcha en la Diputación provincial de Cuenca.
Es sorprendente que la señora Torralba califique estas medidas de ajuste necesario poco más o menos que de maquillaje, el mismo día en el que su compañero, el señor Ávila, ‘liberador’ de concejales con cargo al erario público, crea otro puesto más, el de ‘director’ de Recursos Humanos con el estipendio nada desdeñable de 72.000 euros anuales.
Sorprende porque, aunque se trataran de eso, de medidas cosméticas, la señora Torralba no dejaría de ver la paja en el ojo ajeno ignorando la viga que tiene en el suyo.
Sorprende porque no dice nada de una medida tan onerosa, 72.000 euros que es, por si tantos años en coche oficial le han hecho perder el hilo de la realidad, señora Torralba, con lo que viven durante un año entero tres familias en Cuenca.
Sorprende por su incoherencia: la señora Torralba arremete contra la Diputación, que según asegura está saneada gracias a la gestión eficaz de los socialistas, y no dice nada de un nombramiento tan bien pagado en un ayuntamiento que según el ‘sanbenito’ que los socialistas se han encargado de colgar a sus anteriores responsables, está en la ruina por una pésima gestión.
Y sorprenden las declaraciones de Torralba por inoportunas: bien es cierto que cada cual necesita su tiempo de reacción pero la señora Torralba ha tardado una semana en valorar las medidas del Pleno Orgánico de la Diputación y tres días en comentar el nombramiento de Ángel Mariscal.
Por todo esto, desde el Partido Popular de Cuenca entendemos que las desquiciadas valoraciones de la diputada socialista sólo pueden entenderse como el intento burdo de tapar las vergüenzas de Juan Ávila, el emperador que cada vez que habla se queda desnudo.
Ávila ha demostrado en el Pleno de hoy su carácter autoritario, su ignorancia a la hora de cumplir con las mínimas cautelas jurídicas para proceder en la vida pública y su desfachatez al tratar a los conquenses como idiotas y pensar que basta con llamar a esta nueva figura ‘Jefe de Recursos Humanos’, para que nos creamos que no es un Director General en toda regla, esa figura que dijo que desaparecía para ahorrar costes y liberar a sus concejales.
Si (
No(
