Los populares consideran que su pregunta ha descubierto el engaño del Equipo de Gobierno Socialista, que para convencer a los trabajadores esgrimió un acuerdo de Junta de Gobierno en el que se decía textualmente: “La Empresa Pública asumirá el pago de las cantidades adeudadas según un calendario de pagos acordado”. Según esto, se prometió a los trabajadores que les pagarían las horas extraordinarias, noches y festivos que les debían en ese momento. Sin embargo en el pleno del viernes el concejal responsable, cuestionado sobre cómo pagarían esta deuda, respondió que no sabía cómo se iba a hacer, que estaban buscando una solución, pero que realmente ahora mismo no tenían fórmula legal alguna que permita este pago.
Desde el PP creen que estas palabras certifican que el alcalde Juan Ávila no tenía intención de pagar los más de 300.000 euros que adeudan a estos trabajadores, cuando les convenció para que aceptaran su traspaso a esta empresa pública. Puede decirse que este hecho fue uno de los más decisivos para que firmaran su adscripción, y ahora se demuestra que fue una mentira más del alcalde. A esto hay que añadir que tampoco es cierto que exista un calendario de pagos acordado, tal y como viene reflejado en el texto de la Junta de Gobierno en cuestión.
El Grupo Popular cree además que con este compromiso incumplido del alcalde se comete un doble engaño porque también se está discriminando a otros funcionarios de la casa a los que se les deben horas extraordinarias y no se les van a pagar.
El PP advierte de que, tal y como ya manifestaron, el cambio de gestión del agua está desvelando que se trataba de un proceso oscuro gestado por los socialistas con fines poco claros y con el objetivo de crear una empresa para gastar y enchufar. Según el PP, Aguas de Cuenca debería rebautizarse como “Aguas y Dineros S.A.”
Los populares afirman que estos hechos confirman una vez más que Ávila no es de fiar porque no ha dicho la verdad a los trabajadores, con tal de conseguir su objetivo. Se confirma además que “lleva casi dos años intentando gobernar el ayuntamiento desde una cueva y ausente, y las pocas decisiones que toma perjudican claramente a los conquenses”.