Se trata de hacer los trabajos mínimos para volver a recuperar el espacio urbano, aun con el pavimento con zahorras y gravas, con el fin de no impedir que la ejecución del parking proyectado pueda continuar en su momento.
La cuestión es que cuando el Ayuntamiento de Cuenca inició la ejecución del parking público en la calle Astrana Marín, bajo el patio del IES Alfonso VIII, se realizaron una serie de actuaciones que obligaron a realizar vallados y a colocar elementos de protección para las personas que transitaban por las calles aledañas y para los residentes de los portales de la citada calle.
Meses después de la paralización de los trabajos, desde el Consistorio conquense se entiende que se deben retirar estos elementos y volver a recuperar el espacio público, eliminando los vallados que encapsulan los accesos a los portales y que generan falta de accesibilidad.