Estar entre los 4 mejores del Open Diputación Provincial es un privilegio al alcance de pocos. Para llegar hubo que pasar una fase previa, buscando la mejor posición en cada grupo para evitar los peores cruces. Más tarde, la ronda de octavos, por k.o. directo, los nervios y la incertidumbre de quedar apeado a las primeras de cambio, con lo que costó llegar. Superado el trance vienen los cuartos, donde nadie regala nada y se precisa máxima concentración. Por fin llegan las semifinales, último escollo en busca de la final y, de paso, del éxito total, cual es el título de campeón de esta prestigiosa competición billarística.
Ajustándonos al guión establecido, hablaríamos de unos plácidos cuartos de final, donde se impusieron los favoritos, con la escasa oposición de algunos de los rivales de turno.
José Maria Martinez, actual campeón, sufrió para no verse superado por el buen trabajo defensivo de David Ortega. Ambos se conocen bien y se respetan, por lo que ninguno se concedió la más mínima ventaja. Al final, afloró la clase y, porque no, la suerte del campeón, para que Chema obtuviese un importante triunfo ante un rival difícil de superar (28-22).
Rodrigo Muñoz tenía, ante sí, una difícil papeleta frente a Javier Mora. Su ventaja de 10-5 al descanso parecía indicar que iba por el buen camino, con Javier bajo mínimos y sin atisbo de reacción. Más la cosa cambió en tan solo tres entradas, las que van del 13-7 de Rodrigo al 13-17 para Javier, con dos series de 4 y una de 2, entrando Rodrigo en un bache de juego del que no pudo salir, mientras que la moral de Javier se elevó a lo más alto, hasta conseguir la victoria por 32-15.
Contundente triunfo de Julián Antonio Mora frente a Enrique Montoya, que venía de dar la sorpresa en octavos. En esta ocasión no fue posible, Julián no le dio opción, con un demoledor juego de ataque exhibido durante todo el torneo, mientras que Kike, sin ritmo ni moral, se vio totalmente desbordado, concediendo buenas posiciones de juego, que Julián supo agradecer, imponiéndose con la claridad que refleja el 34-16 final.
Un desconocido Gonzalo Criado opuso nula resistencia al juego templado e inteligente de Carlos Fernández, quien se hizo con el dominio del partido desde el inicio, con un 6-0 de parcial, para no ceder nunca el mando, replicando con acierto, casi sin esfuerzo, a las tímidas acciones de su rival, al que superó por un más que suficiente 33-14.
SEMIFINALES
Ultimo paso para alcanzar la gran final, con tres semifinalistas del anterior torneo en liza, más la inestimable presencia de otro clásico, como es Julián. Los cruces, pues, están servidos: Julián A. Mora-José Mª Martínez por un lado y Carlos Fernández-Javier Mora por el otro. Ambos enfrentamientos se antojan apasionantes, esperando emoción y buen juego entre estos cuatro candidatos al título.
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