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¿Podemos o no podemos?

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
sábado 22 de febrero de 2014, 10:24h

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La presentación del círculo de “Podemos” en Cuenca atrajo a un numeroso grupo de lugareños. En el  salón de conferencias de la residencia universitaria Alonso de Ojeda, unas 120 personas se apretaron en las butacas, curiosas, ilusionadas con el nuevo proyecto del politólogo Pablo Iglesias que ahora llegaba a la comarca. Personalmente buscaba una explicación entre todo el barullo de informacion sobre la agrupación. Quizá sea el único que no comprende del todo de qué habla esta gente.

 

 

De izqda a derecha_ Miguel Urbán, Diego Pacheco, Julia Velazquez, Isabel Serra  y Germán Cano

Los ponentes eran jóvenes aunque reconocidos activistas sociales con vínculos en distintas asociaciones, activistas que conocemos de las  protestas organizadas por las asociaciones estudiantiles, sanitarias, sindicatos… En la mesa estaban Diego Pacheco, actual portavoz del Círculo de Podemos en Cuenca; Isabel Serra, activista social de Madrid; Germán Cano, profesor de filosofía en la Universidad de Alcalá y Julia Velázquez, estudiante de periodismo. Como responsable de la agrupación, habló Miguel Urbán, anterior representante de Izquierda Anticapitalista en Madrid.

Comenzó la charla con el pase del vídeo promocional de “Podemos” en el que ya se mascaba la ambigüedad del discurso “desde la nube” que se popularizó con las protestas del 15M. “Queremos representar a los jóvenes estafados con el ladrillo” dijo una de las representantes. Hablaron de la lucha de las mareas, de su triunfo en Madrid contra la privatización sanitaria. Hablaron también de Gamonal, del “bloqueo social” y de la desinformación de los medios de comunicación. Un punto curioso, dado que el programa de Pablo Iglesias, La Tuerka,  le ha valido bien para conseguir los apoyos necesarios para presentar esta propuesta política.

“Podemos” es una especie de cóctel multifruta que busca amalgamar tendencias de izquierda alentadas por el actual clima político. Indignados, desahuciados, estafados, manipulados, desinformados, descontentos y engañados por la clase política, la agrupación ofrece un mensaje de orientación en la buena dirección. Aboga por los derechos humanos y, por tanto, rechaza la violencia. Se muestran en contra de las privatizaciones y reclaman justicia para juzgar a los corruptos. Hablan de pérdida de la mayoría social y de la politización de la indignación, punto curioso, pues no sabría decir en qué punto dejaban de apoyarse en las enseñanzas de las protestas del 15M para reclamar el tanto como propio. Bueno, sí sabría: creo que fue en el momento en el que Miguel Urbán aseguró que ellos eran el 15M.

Según pude entender, no me hagan demasiado caso, “Podemos” no es un nuevo partido político: es un método para conseguir unidad en la izquierda, pero sin ideología definida ni propuestas concretas. “Buscamos tener en nuestros Círculos a personas de todo tipo, sin exigir carnés de ninguna clase”. Bueno, bravo por ello. Sin embargo hay gente que puede no estar demasiado a gusto abrazando una columna de humo. Además, sin propuestas, ¿cómo van a conseguir el apoyo necesario para alzar un diputado en las elecciones europeas, objetivo que parece ser importante?

 

Interpelados por una definición ideológica, poniendo como ejemplo su opinión sobre las reacciones del gobierno en el tema de ETA, los ponentes comenzaron a tirar balones fuera como si aquello fuera un partido de fútbol sala. Respondiendo Miguel Urbán, “La cuestión de ETA no nos parece política con mayúsculas. Consideramos más importante que una persona tenga acceso a una vivienda o que no le echen de ella.” El profesor Cano abogó por la “construcción cotidiana de la ideología” También afirmó que el debate sobre la banda terrorista es una de las herramientas de bloqueo social desarrolladas durante la transición para ejercitar la “lógica tramposa” de los partidos políticos tradicionales.

“Podemos” resulta ser un punto de encuentro para tendencias políticas progresistas, alentadas por movimientos sociales de respuesta a la presión del gobierno. Sin embargo, adolece de mensaje populista y muestra una organización confusa, cosa normal puesto que su objetivo es reunir ideas políticas huyendo de definiciones tradicionales. Un fin complejo, difícil de explicar y que, a pesar de decir que no busca fraccionar, si podría competir con Izquierda Unida en la carrera europea.

Reunificar la izquierda es el sueño húmedo de cualquier político progresista. El problema viene de necesitar cosas como un líder carismático para conseguir la fuerza necesaria o de utilizar discursos populistas. A ver cuánto duran, les deseo mucha suerte.

 

Beni Díaz (@bchdiaz)

Periodistaenserie.com

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