Para Izquierda Unida, el cierre del aeropuerto se enclava dentro de una secuencia lógica de un proyecto que nació sin estudio de viabilidad, y por el empecinamiento injustificable de los poderes políticos y empresariales dominantes. Ni todo el dinero público invertido, ni el empecinamiento personal de algunos gobernantes que jugaban con el dinero de los demás, ni la CCM, ni las modificaciones a medida de las normas urbanísticas, han podido salvar el proyecto.
Para Miguel Ramírez, coordinador provincial de IU en Ciudad Real, “este proyecto es un ejemplo de lo que no se debe hacer desde los poderes públicos; alimentar, amparar y legitimar el mayor escándalo político y financiero de la provincia, vergüenza en el resto de Europa y del mundo”.
Desde IU, recuerdan que el apoyo político del PSOE y PP, a todos los niveles gubernativos, gobierno central, regional, diputación, ayuntamientos, e incluso la trampa social en la que cayeron sindicatos, universidad, vecinos, etc…, creó un clima social irrespirable para quienes teníamos algunas objeciones, únicamente los ecologistas se opusieron con firmeza y razones desde el principio, a los que pronto nos sumamos desde esta formación política.
El coordinador regional de IU, Daniel Martínez, ha reclamado que “haya una continuidad judicial de este asunto, que no se quede en un mero ajuste entre acreedores, sino que se depuren todas las responsabilidades jurídicas y políticas existentes”.
Por último, desde Izquierda Unida, partiendo de que nadie se puede alegrar del fracaso de un proyecto, si han querido reconocer públicamente las posiciones mantenidas por ecologistas y demás colectivos sociales y políticos, incluso personas individuales, que han sido “quemados en la hoguera” por discrepar del proyecto desde el principio.