Según el informe técnico de 2 de mayo de 2016, se reconocía que esta nueva propuesta de tarifas supondría una expulsión de viajeros/as de entre un 10 y un 15%. Así que IU entiende que esto es lo que ocurrirá a partir de la entrada en vigor de las mismas: menos gente en autobús y más gente en coche, colapsando el centro y aumentando los niveles de contaminación.
Para IU esta es la segunda parte del recorte de líneas que se produjo el año pasado. De hecho, el incremento de tarifas se tramitó al mismo tiempo, en mayo de 2016. Y sólo IU formuló alegaciones a las mismas, proponiendo que las medidas a adoptar deben ir en sentido contrario para aumentar viajeros y viajeras. Para ello señalaba IU lo erróneo del cálculo de la subida, dado que no se tenían en cuenta las mejoras que la propia empresa LUC ofreció y que no ha ejecutado; y planteaba aumentar el contrato dentro de lo permitido por la ley, alegación rechazada porque "a pesar de ser legal el aumento" se pretendía no incrementar la subvención municipal que desde 2012 recibe este servicio.
Con todo, las nuevas tarifas se remitieron a la Comisión Regional de Precios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, donde el gobierno regional ahora ha dado luz verde a este incremento de tarifas.
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