Según informan desde el Taller de Restauración, la talla había sufrido robos, como el de la peana en la que aparecía el demonio con forma de dragón, pero también limpiezas agresivas que habían desgastado la minuciosa decoración pintada sobre el oro. Sin embargo, el principal problema de la obra era de orden estructural ya que a consecuencia de una caída a mediados del siglo pasado, se produjeron grietas y pérdidas de fragmentos, como en la base de la figura, que a pesar de haber sido reparada de forma un poco precaria, no se consiguió que la talla pudiera sostenerse por sí sola en pie.
Para subsanar este problema, durante la restauración se ha completado la base y se ha tallado una nueva peana que ha sido dorada siguiendo las indicaciones que proporcionaron vecinos del pueblo que aún recordaban la peana original.
También se han corregido las inadecuadas reparaciones anteriores, como encolados defectuosos y en la medida de lo posible, se han sustituido los clavos modernos por espigas de madera, utilizando radiografías de la obra para documentar la presencia de los clavos y valorar los riesgos de su eliminación.
La intervención se ha completado con el encolado y sellado de grietas, la limpieza de la suciedad superficial, restos de adhesivos y la reintegración de las lagunas de policromía, siguiendo en todas estas operaciones los criterios de reversibilidad y diferenciación de los elementos añadidos respecto de los originales.
La imagen de S. Miguel Arcángel, una vez solucionados sus problemas de estabilidad, podrá volver a ser expuesta en la hornacina central del retablo del que es titular.
La imagen será devuelta al párroco de la Iglesia de la Asunción de Villar de Domingo García este domingo, 5 de febrero, sobre las 13 horas, una vez finalizada la Misa Mayor.