En estos momentos, desde el colectivo moteño, recuerdan que la Audiencia Nacional no accedió a acumular los procedimientos y en las sentencias han hecho valer formalidades procesales argumentando de forma contradictoria sobre la independencia de los diferentes actos administrativos objeto de impugnación. El Banco de España y el FROB, mediante un procedimiento tremendamente enrevesado, llevaron a cabo de forma expeditiva y sumaria una serie de actos encadenados, muchos de ellos sin publicidad, que la Audiencia Nacional ha considerado de forma aislada y fuera del contexto general del proceso.
El ponente del contencioso contra el Banco de España desde el inició rechazó todas las pruebas presentadas por la Plataforma. Por otro lado, la ponente del contencioso contra el FROB sí admitió todas las pruebas e incluso la comparecencia en sede judicial del perito que elaboró el informe solicitado por la Plataforma sobre la viabilidad de la Caja, sin embargo, no hace referencia a nada de esto en su sentencia y se acoge al mismo tipo de argumento para, igualmente, no entrar al fondo de la cuestión.
La Plataforma no tiene duda de que la situación de la Caja, en el momento de la intervención, era de viabilidad y que existían posibles medidas de actuación temprana para corregir la situación y dejar la Caja en manos de sus legítimos dueños, los socios y socias de la cooperativa de crédito. En ninguna de las dos sentencias se dan argumentos para demostrar su inviabilidad.
Los socios de la Plataforma están convocados el día 18 de noviembre para decidir sobre el recurso de las sentencias. Los argumentos son poderosos:
1) Se ha sentenciado sin reconocer la inviabilidad de la caja.
2) Se ha creado una situación de TOTAL Y ABSOLUTA INDEFENSIÓN, no permitiendo
una defensa efectiva. Lo que deja más abierta la vía de los recursos.
Aunque los socios tendrán que superar el desaliento inevitable ante unas sentencias tan poco fundamentadas para seguir defendiendo lo que han sostenido desde el principio que la caja si era viable.