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La situación después de las vacaciones

Por Redacción
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viernes 06 de septiembre de 2013, 20:06h

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Así titulaba el Secretario General de CCOO, Marcelino Camacho un informe firmado hace 30 años, el 6 de septiembre de 1983, y que presumiblemente presentaría en una reunión de la Comisión Ejecutiva o Consejo Confederal del Sindicato tras el mes de agosto.

 

Pero es más interesante si cabe el subtitulo de este informe cuya copia hemos encontrado en el estudio del fondo documental de CCOO de Mota del Cuervo: “El paro, la crisis y los peligros de guerra se mantienen”. No puede ser más actual y vigente este título y su contenido.

 

 

“Queremos reafirmar que el paro y la crisis siguen, y el salir de ellos continúa siendo una necesidad humana, una necesidad de clase y una necesidad nacional”.

 

Citaba Marcelino Camacho al economista Julio Segura que en el artículo “Crisis y estrategias alternativas: el caso español” del número 3 de  la revista “Pensamiento Iberoamericano” en ese mismo año 1983 decía que “…creo esencial señalar que la superación de la crisis económica que hoy conocemos exige necesariamente nuevos mecanismos de redistribución en el interior de las economías nacionales y un reparto distinto del poder económico –es decir, renta y riqueza- mundial. Dicho en otros términos, o se consiguen acuerdos sociales nacionales e internacionales que refuercen el tejido social de los países y las relaciones pacíficas mundiales, o la crisis sólo se superará en un marco político y social de confrontación abierta y violencia”

 

Describe Camacho toda una serie de resistencias y falta de voluntad para una salida justa de la crisis y planteaba que es posible el cambio necesario “a través de la lucha y la negociación de una alternativa de Solidaridad y de Democracia en los centros de trabajo” y cambiando la política económica, “el equipo económico del PSOE (que había ganado las elecciones generales de octubre de 1982) y su política económica de derechas”

 

Insiste el líder de las Comisiones Obreras en que contaban “con la capacidad de movilización de un proyecto de plan de Solidaridad contra el paro y la crisis basado en la reindustrialización, con nuevas tecnologías, reforma agraria integral, utilización al máximo de todos los recursos locales y desarrollo de la investigación propia”. Defendía CCOO la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y “un control democrático del sistema financiero, orientando éste hacia esos fines nacionales y para financiar el Plan”.

 

Un Plan que proponía “formación polivalente para los jóvenes hasta los 18 años, 35 horas semanales, 5 semanas de vacaciones, jubilación a los 60 años” todo ello “gradual y paralelamente con el aumento de la productividad” y se marcaba un plazo temporal “hacia 1986”.

 

El cambio en lo socio-económico, continuaba el informe de Camacho, “exigirá una vida sindical activa, unitaria, profundamente movilizadora para vencer las resistencias de los que se oponen”, entre las que por supuesto cita “a la derecha, la gran patronal y sus aliados”

 

 

Defiende que “nuestra acción y negociación sindicales” debe tender “a reducir el poder, en especial, de la gran patronal y del empresariado en general, en la empresa y en la sociedad; a ampliar la presencia, la fuerza, el poder de los sindicatos y de los comités de empresa en los centros de trabajo y en la sociedad; a aumentar los derechos sindicales y de todo tipo de los trabajadores”, culminado este apartado con una definición: “ciudadanos en la ciudad, los trabajadores deben serlo, además, en su empresa”.

 

Augura el compañero Marcelino Camacho que si no se producen esos cambios “seguiremos con el paro como drama humano, seguiremos con una clase dividida y marginada, y que nuestro país y el mundo no saldremos de la crisis sin esos cambios necesarios, sin ese desarme que reduzca los gastos militares”.

 

Insiste en la lucha contra los peligros de guerra que pasa “por movilizarse para cumplir ya las promesas de un referéndum para la retirada de España de la OTAN, para la supresión de las bases americanas en nuestra tierra y contra el aumento de los gastos militares”.

 

Y en esa lucha CCOO “debe jugar un papel de primer orden en la  unidad en la lucha por esos objetivos en nuestro país” y por supuesto añade el componente internacionalista de CCOO: “igualmente debe contribuir a nivel internacional, con todos los trabajadores y  pueblos del mundo”.

 

Partiendo de la correlación de fuerzas, reconoce que será necesario tiempo, más recursos y más voluntad para esa lucha que “debe ser nuestro fin político-social” y que es “un honor y un deber para CCOO estar a la cabeza” de esa movilización.

 

Pues eso, treinta años después reiteramos que todo lo que contiene, valora, analiza y defiende Marcelino Camacho es totalmente actual. Hagamos las lecturas pertinentes y adaptándolo a una realidad similar (paro, crisis, pobreza, militarismo e imperialismo, recortes, políticas neoliberales, etc.) pongámonos manos a la obra apelando a más organización de la clase trabajadora, activa o desempleada, y al papel que debe cumplir el movimiento obrero y especialmente las Comisiones Obreras.

 

 

 

Angel Luis Castellano Bobillo

Secretario Acción Sindical FSC CCOO Cuenca

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