Buena respuesta del respetable, con casi tres cuartos de la plaza, con mucha presencia de niños en los tendidos, que garantizan el futuro fiesta. Los becerristas impecablemente vestidos de traje corto campero, hicieron el paseíllo con el esportón lleno de “ilusiones”. Se lidiaron cinco añojos de la ganadería madrileña de Javier Vázquez, nobles, y bien presentados en líneas generales, y bellos de lámina. Bastante manejables en su comportamiento, ofrecieron posibilidades en su juego a todos los actuantes. Resultando los mejores, segundo, tercero y quinto.
Aitor Darío “El Gallo” (Escuela Taurina de Valencia, oriundo de la de Cuenca), pincho en dos ocasiones, utilizando el descabello otras dos. Ovación. Hizo bueno a su enemigo, tapándole los muchos defectos que tenía el animal. Brindo al público, corrió con gusto la mano izquierda, reivindicando subir un peldaño más en su carrera.
Marcos Pérez (Escuela Taurina de Cuenca), mató de una estocada, bien colocada, dos orejas. Salió a hombros. Buena actuación de Marcos. Salió muy decidido, recibiendo a su enemigo con una larga cambiada, vislumbrando buenas formas con el capote, brindo a su amigo Willy Cubillo. Le estorbo algo el viento en la faena que supo resolver con capacidad de decisión. Tuvo muletazos con temple y pulcritud. Finiquitando su actuación con una estocada bien señalada, que resulto fulminante. Gusto el “madrileño” consiguiendo captar la atención del público que supo reconocer la faena con la petición de las dos orejas, e incluso el rabo.
Sergio López (Escuela Taurina de Cuenca) mato al primer intento con una estocada tendida y trasera. Obtuvo una oreja y vuelta al ruedo. Presento el capote con naturalidad, haciendo el compas de las manos, lo que provoco verónicas de merito. Demostró a lo largo de su intervención con la franela una evolución importante en sus formas, de cara a su proyección taurina durante toda su actuación conecto con los tendidos, siendo su faena la de mayor transmisión.
Luis Miguel Amador (Escuela Taurina de Cuenca), pincho en tres ocasiones, resultando volteado varias veces, acuso en su actuación el verse anunciado por primera vez en un cartel, “el primer miedo” no al daño físico, que pueda causar un animal bravo, sino miedo al fracaso, fue su primer encuentro con el estoque de verdad. A pesar de todas las adversidades, demostró que tiene una corona especial para este oficio.
Marta Reíllo (Escuela Taurina de Cuenca) pincho en dos ocasiones, matando a la tercera. Ovacionada. El toreo Curro Romero dijo que torear es caricia y quien mejor para eso que una mujer. Demostró voluntad, afición y vocación. El ponerse delante del añojo, ya tiene merito. “El toro no mira si eres hombre o mujer, solo si haces o no el toreo bueno. Corresponde seguir ejercitando y evolucionando en su carrera con la misma ilusión con la que salió al ruedo.
Muy importante todo lo ocurrido en la plaza de Reyes Católicos, porque quedo patente las ganas de los aspirantes y la buena lidia de los subalternos en general, destacando la actuación de otro Conquense, Ismael Pastor, en la brega y banderillas. Esta experiencia vivida por los alumnos les va a servir para afianzarse en el progreso y seguridad en futuros paseíllo.
Recogemos la impresión del profesor de la escuela taurina de Cuenca, Luis Algara, “El Estudiante”, después del festejo: mi impresión no puede ser mejor, está claro que hay alumnos más puestos que otros, que ya necesitan actuar en festejos más importantes, por ejemplo el Gallo, pero fue grato ver como actuaron de bien los otros a pesar de no haber toreado, lógicamente tienen que seguir aprendiendo pero animan a seguir luchando.
Rafael Torres
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