Este tipo de reconocimientos, dijo la portavoz son fundamentales para que la fiesta se siga conservando, “para que también motivemos a todas las personas que colaboran, que participan y que la hacen posible a que la fiesta sigua siendo una realidad día a día, año a año”.
Siglos de historia de fiestas como estas, comentó Rodríguez, hacen que seamos una región rica también en tradiciones, en historia, en cultura y que todo ese germen esté originando posibilidades de riqueza para el futuro a través del turismo.
En este último año, dijo la portavoz regional, “estamos teniendo datos muy positivos de turismo tanto en el número de viajeros como en pernoctaciones, también en turismo rural que para municipios como Almonacid es algo muy importante”.
‘La Endiablada’
Isabel Rodríguez, tras acudir a la recogida de San Blas, la procesión posterior y la misa final, reconoció que “hay que estar aquí para comprender la fiesta” dada su riqueza visual y su mezcla entre los elementos religiosos y profanos.
Por su parte, el alcalde de la localidad, Álvaro Martínez, agradeció la presencia de la portavoz del Ejecutivo castellano-manchego porque demuestra el continuó apoyo del Gobierno regional a esta fiesta. Animó a todos los visitantes a disfrutar, a que “se involucren y sean partícipes de la mayor fiesta que pueda haber en Almonacid”.
Las fiestas en honor de la Candelaria y San Blas de Almonacid de Marquesado, conocidas como La Endiablada, cobran gran esplendor y son de las más conocidas y originales de toda la provincia de Cuenca. Su origen es inmemorial y en ellas el protagonismo recae en un grupo de hombres, los "diablos", que danzan sin cesar por las calles, en la procesión y en el interior del templo, produciendo un ruido ensordecedor con los grandes cencerros que llevan en su cintura.