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La FAP acoge el acto de donación de la Familia Andrea de cinco obras para incorporarlas a su colección permanente
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La FAP acoge el acto de donación de la Familia Andrea de cinco obras para incorporarlas a su colección permanente

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
miércoles 23 de abril de 2025, 20:34h

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El acto contará con la presencia de destacados artistas y críticos, incluyendo a Pat Andrea y su familia. La exposición "Pat Andrea. Retrato de una familia", comisariada por Alfonso de la Torre, celebra el regreso del artista a Cuenca, evocando la influencia de su padre Kees en sus obras sobre España.

El acto contará con la presencia de Pat Andrea, Cristina Ruiz-Guiñazú, Azul Andrea, el crítico de arte Alfonso de la Torre, la vicepresidenta de la FAP y diputada de Cultura, María Ángeles Martínez, y el director de la FAP, Jesús Carrascosa.

La familia de artistas holandeses está formada por Kees Andrea (La Haya, 1914-2006), patriarca de esta familia, su hijo Pat Andrea (La Haya, 1942) junto a su esposa Cristina Ruiz-Guiñazú (Marlagüe, Argentina, 1951), y los hijos Mateo Andrea (Buenos Aires, 1983) y Azul Andrea (Buenos Aires, 1988).

En el año 2023 se mostró en las sedes de la Fundación Antonio Pérez en Cuenca (Centro de Arte Contemporáneo) y en San Clemente (Museo de Obra Gráfica), la exposición Pat Andrea. Retrato de una familia que comisarió Alfonso de la Torre.

La exposición evocaba el retorno a Cuenca del artista Pat Andrea (La Haya, 1942) junto con su familia de artistas. Creador reconocido internacionalmente, esa mención al retorno quedaba simbolizada en la anterior presencia de su padre, Kees Andrea (La Haya 1914-2006), en tierras españolas a partir de la década de los cincuenta, con especial atención a su paso por Cuenca y, en general, Castilla-La Mancha.

Aquellos viajes, luego narrados por Kees a su vuelta a La Haya durante la infancia de Pat fueron, en palabras de este, su verdadero “Wonderland”. Aquí, en Cuenca, Kees Andrea retrató en 1954 sus paisajes, calles, rincones, costumbres y escenas de interior con un aire esencialista, una suerte de magicismo trágico y azoriniano. Visiones despojadas de una España habitada por la pena y la desolación de aquel tiempo de postguerra.

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