Tras un cierre de casi siete meses por obras, el Parador de Sigüenza ha reabierto sus puertas este viernes, 9 de mayo. Reinicia así su actividad uno de los establecimientos más icónicos de la cadena hotelera pública, ubicado en un espectacular castillo del siglo XII erigido sobre los vestigios de una alcazaba árabe.
Inaugurado en 1976, el Parador de la localidad seguntina ha sido sometido a una profunda remodelación con una inversión de más de 10 millones de euros, de los cuales Paradores ha aportado 8,3 millones. Dada la condición de Bien de Interés Cultural del inmueble, con categoría de monumento, Turespaña ha destinado 1,8 millones de euros financiados con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Unambicioso proyecto de mejora de sus instalaciones que le va a permitir celebrar el próximo año su 50º aniversario con unas instalaciones en perfecto estado.
Se trata de una fuerte inyección económica que, tal y como destacaba la presidenta de la compañía, Raquel Sánchez, sigue poniendo en valor este emblemático enclave convertido en motor económico de toda la comarca y ha contribuido a adaptar el alojamiento y su restaurante a las nuevas tendencias, a las necesidades del mercado turístico y a las experiencias que reclama el cliente, respetando el valor histórico y patrimonial de la antigua fortaleza.
Una reforma alineada con el futuro de Paradores
La actualización del Parador de Sigüenza se enmarca dentro del ambicioso plan de transformación que la red pública de hoteles está desarrollando con vistas a su centenario en 2028. Un plan que va a suponer la reforma de más del 50% de sus edificios y una inversión de más de 250 millones de euros para mejorar la experiencia de los clientes desde todos los puntos de vista: accesibilidad, sostenibilidad, interiorismo y conservación de los edificios más emblemáticos, impulsando un modelo de turismo que protege y enriquece el entorno.
Reforma integral de la cocina y de baños de habitaciones
Las obras en las instalaciones asumidas por Paradores se han centrado en la reforma integral de la cocina principal y la renovación del equipamiento para mejorar las condiciones operativas y el desempeño diario de las personas trabajadoras.
Se han reformado los baños de 21 habitaciones, para modernizar sus instalaciones y cambiar las bañeras por platos de duchas con el fin de mejorar la comodidad de uso y la accesibilidad de los clientes, así como los baños de acceso público, que se han reubicado para ofrecer mayor comodidad y funcionalidad. Posteriormente se llevarán a cabo las
obras de adecuación del resto de los baños de todas las habitaciones restantes del Parador.
Además, de cara a mejorar la eficiencia energética del edificio se han cambiado las calderas de gasóleo para su transformación a gas natural, lo que reducirá en más de un 25% el consumo energético de calefacción del Parador, recortará más de un 60% la factura por este concepto y rebajará un 52% las emisiones de CO2, lo que supone 200 toneladas de dióxido de carbono que equivalen a plantar unos 350 árboles.
Asimismo, se han sustituido los fancoils del aire acondicionado de salones y zonas comunes, además de la enfriadora, apostando por un nuevo sistema de control automatizado de toda la climatización. Igualmente, se han reemplazado las carpinterías exteriores, así como las interiores de las habitaciones, para mejorar el aislamiento y la eficiencia térmica, incluyendo puertas resistentes al fuego y acústicas, que mejoran la insonorización y el control de ocupación.
La intervención ha incluido también obras de remodelación en la zona del aljibe, de las instalaciones existentes y la adecuación de los sistemas contra incendios.
Además, se ha llevado a cabo un proyecto integral de redecoración que ha actualizado la imagen del hotel, mejorando la iluminación de zonas comunes, pasillos y habitaciones, optimizando la distribución de salones y restaurante, y sustituyendo textiles y muebles obsoletos y deteriorados por el uso y paso del tiempo.