La ciudad de Cuenca ha rendido este miércoles un nuevo homenaje a las víctimas del terrorismo, coincidiendo con el 28º aniversario del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. El acto, celebrado en la rotonda ‘Víctimas del terrorismo’ de la Ronda Oeste, se ha llevado a cabo bajo el lema ‘Somos memoria’, como símbolo del compromiso colectivo con el recuerdo y la dignidad de quienes sufrieron la violencia terrorista.
El homenaje ha estado presidido por el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y ha contado con la presencia de miembros de la Corporación municipal, así como de autoridades provinciales y regionales, entre ellas la subdelegada del Gobierno en Cuenca, Mari Luz Fernández, la delegada de la Junta, Marian López, el delegado provincial de Hacienda, Ramón Pérez Tornero, y el diputado provincial Diego Yuste. También han asistido representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la sociedad civil conquense.
Un acto emotivo para mantener viva la memoria
El cronista oficial de la ciudad, Miguel Romero, ha conducido el acto, que ha incluido la lectura de un manifiesto a cargo del profesor Roberto Sanz Argudo y la interpretación musical de Cristina Feiner Bas al arpa, en un ambiente de respeto y recogimiento.
Durante la lectura del manifiesto, se ha recordado con emoción el impacto colectivo que vivieron millones de ciudadanos hace 28 años, cuando el joven concejal del Partido Popular fue secuestrado y asesinado por ETA. “Ermua se convirtió en un símbolo de resistencia al terrorismo”, se ha señalado, poniendo en valor la unidad ciudadana frente al terror.
“No vamos a olvidar los hechos, ni la maldad de los asesinos, ni la inocencia de esta víctima que llevamos en el corazón como símbolo de todas y cada una de las miles de víctimas del terrorismo”, recogía el manifiesto, que también rindió homenaje al sacrificio de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo durante más de medio siglo.
Compromiso con la memoria
El Ayuntamiento de Cuenca mantiene así vivo su compromiso anual con la memoria de Miguel Ángel Blanco y de todas las víctimas del terrorismo, recordando no solo la tragedia de aquellos días, sino también la respuesta unánime de una sociedad que alzó la voz contra la barbarie.
Con actos como este, Cuenca reafirma su compromiso con la memoria, la justicia y la dignidad, frente al olvido y la indiferencia.