La comarca de La Alcarria conquense está experimentando un impulso poblacional gracias al trabajo conjunto de la Diputación de Cuenca y el Proyecto Arraigo, una iniciativa que busca atraer nuevos habitantes al medio rural. Desde su puesta en marcha, esta acción ha permitido la llegada de 14 familias, que suman un total de 43 personas, a distintos municipios de esta zona de la provincia.
El diputado de Reto Demográfico, Javier Cebrián, ha mantenido recientemente un encuentro de trabajo con el equipo técnico que desarrolla el proyecto en la comarca, en una reunión en la que también participaron el director provincial de Arraigo, Miguel Echeverría, y el alcalde de Cañaveras y diputado provincial, Isaías Juan Pérez. Durante el encuentro se analizó la evolución del programa y los resultados obtenidos hasta el momento.
Cebrián destacó la importancia de visibilizar ejemplos concretos que demuestren que el retorno a los pueblos es una opción real y viable. En este sentido, subrayó que entre las personas asentadas en La Alcarria hay 17 niños y niñas que ya se han incorporado a los centros educativos, contribuyendo a mantener abiertos servicios básicos y a revitalizar la vida cotidiana de los municipios. A su juicio, la llegada de familias jóvenes no solo refuerza los servicios, sino que también aporta dinamismo y optimismo al entorno rural.
Desde la Diputación se valora especialmente el enfoque integral del Proyecto Arraigo, que trabaja de la mano de empresas locales para atraer perfiles profesionales que se ajusten a las necesidades del territorio. Este modelo, según señalaron, favorece tanto la fijación de población como la reactivación de la economía local. Solo durante el pasado mes de noviembre, tres nuevas familias —ocho personas— se establecieron en localidades como Huete, Salinas del Manzano y Sotos.
Además de las incorporaciones efectivas, el proyecto ha desarrollado varias visitas presenciales de familias interesadas en trasladarse a la provincia, con encuentros en municipios como Cañaveras y Cardenete. Estas visitas permiten a los posibles nuevos pobladores conocer de primera mano las viviendas disponibles, las oportunidades laborales y el día a día de los pueblos, un paso clave para tomar la decisión definitiva.
El trabajo de noviembre se ha centrado también en el acompañamiento a las familias que se han instalado recientemente. Los técnicos del Proyecto Arraigo mantienen un seguimiento cercano para facilitar la adaptación, resolver trámites y asegurar que los asentamientos sean estables y duraderos, especialmente tras un otoño marcado por un notable aumento de llegadas.
Con más de 230 personas incorporadas a la provincia desde su inicio, el Proyecto Arraigo se consolida como una de las iniciativas más activas en materia de repoblación rural en Castilla-La Mancha. Desde su dirección subrayan que cada nueva familia supone mucho más que un incremento demográfico: es una oportunidad para reactivar servicios, generar actividad económica y fortalecer la vida comunitaria de los pueblos conquenses.
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