Con la excusa de que es necesario ahorrar y reducir el gasto público, se oculta que limitar el déficit, hoy en día, supone limitar las inversiones en la sanidad, la educación y los servicios sociales de nuevo. De este modo más que el endeudamiento, reducirán la calidad en nuestros servicios de salud, el nivel académico y el trabajo digno (ya de por si en una situación bastante precaria).
Es vergonzoso que las únicas medidas que se emplean para solucionar esta permitida crisis sean a base de perjudicar y castigar a las clases trabajadoras, a la vez que nuestros gobierno inyecta a los bancos y cajas cantidades económicas que bien valdrían para reducir el déficit (17.000 millones de euros en el último rescate a las Cajas de Ahorros).
Exigimos un referéndum para este y otros cambios en la Constitución, reconociendo así a la población como el único sujeto legitimado para modificarla, no los mercados.
Proponemos la reducción del déficit mediante la persecución del fraude fiscal, actualmente estimado en 240.000 millones de euros al año. Esta cifra supone 16 veces más que los recortes sociales realizados por Zapatero (reducción en los salarios de los funcionarios, las pensiones y la inversión pública)
Declaramos que la Constitución requiere reformas en muchos otros aspectos políticos, económicos y sociales, donde actualmente se recogen, a la vez que se vulneran, derechos fundamentales como la vivienda digna, educación de calidad y la sanidad de publica.
¿Tan intocable era la Constitución que ahora se puede reformar en dos semanas, sin referéndum ni debate público?. Una vez más nuestros políticos no nos tienen en cuenta, una vez más miran para el lado equivocado, una vez más nos hacen corear el “No nos representan”.