Sr. Lucas, secretario general de CCOO en Cuenca, le hago una pregunta: ¿es usted tonto? Recuerdo una película en donde se decía que tonto es el que hace tonterías, con lo que, guardándome mi opinión, se lo pregunto de nuevo: ¿es usted tonto?
Ayer, 1 de mayo, día del Trabajo, usted y otros afines a las tonterías, gritaban “¡Hordas rojas a machacar, los peperos al gulag” y “Cospe, marrana, recorta las sotanas”. Aparte de que ha demostrado un gran sentido de la rima y del léxico, ¿tiene acaso idea de lo que eran los gulag? Eran campos de concentración, de trabajos forzados, de la época stalinista, en la Unión Soviética. Le informo, no sea que su desconocimiento llegue a tal grado, que entre 40 y 50 millones de personas fueron internadas en estos lugares y que el número de muertos documentados superó el millón y medio de personas. Entre los que sufrieron la represión comunista merece la pena destacar a Alexander Solzhenitsyn, premio nobel de Literatura en 1970, quien precisamente escribió Archipiélago gulag, en donde narra no solo su cautiverio sino el de cientos de compañeros. Si tiene tiempo entre soflama y soflama le aconsejo vivamente esta obra.
Por otro lado, el hecho de denominar a la presidenta de Castilla-La Mancha como “marrana”, le cataloga como alguien despreciable que no sabe criticar el comportamiento de una mujer de una manera lógica, sino insultando. Es curioso, porque esa palabra, según el diccionario de la RAE, tiene entre otras acepciones el de un judío convertido al cristianismo que sigue manteniendo su religión en secreto. Entonces, ¿está usted llamando judía a la Sra. Cospedal? ¿Es usted antisemita? Ahora entiendo sus palabras de “peperos al gulag”. Lo que quiere es mandarlos a todo a campos de concentración, tal y como hicieron los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
La verdad es que atendiendo a su locuacidad, le pregunto otra cosa, ¿usted sería de los que cogerían un fusil e iría a matar a peperos en el caso de una guerra? A lo mejor le hubiera gustado actuar en las “hordas rojas a machacar” durante la Guerra Civil Española.
¿Sabe una cosa, Sr. Lucas? Siempre he pensado que hay que respetar a las personas, pero no a según qué ideologías, puesto que algunas formas de pensar son execrables. Pero con usted merece la pena hacer una excepción; atendiendo a sus palabras, no merece ni usted ni su ideología respeto alguno.
Si tuviera algo de dignidad lo único que le queda por hacer es pedir perdón y dimitir. Y después ya puede irse con sus acólitos a seguir utilizando ese lenguaje de taberna.
Javier Ruiz Rincón
Militante del Partido Popular de Cuenca
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