Cuando se habla de energía solar, muchas personas piensan automáticamente en tejados llenos de paneles fotovoltaicos en casas unifamiliares. Pero, ¿qué pasa si vives en un piso o en un edificio sin acceso individual al tejado? ¿Significa eso que no puedes producir tu propia energía renovable?
La buena noticia es que no estás excluido. Gracias a los avances normativos y a nuevos modelos de consumo colectivo, sí es posible participar en una comunidad solar aunque vivas en un piso. De hecho, este modelo está ganando cada vez más fuerza en entornos urbanos y residenciales, permitiendo a miles de personas acceder a energía limpia, ahorrar en su factura y contribuir activamente a la transición energética.
En este artículo te contamos cómo funcionan las comunidades solares, qué opciones tienes como residente en un edificio y cómo puedes empezar a beneficiarte de este sistema, incluso sin tejado propio.
¿Qué es una comunidad solar?
Una comunidad solar es un grupo de personas, hogares o incluso empresas que comparten la energía generada por una instalación solar común, normalmente ubicada en un tejado cercano o en un terreno compartido. Cada participante recibe en su factura la parte proporcional de la energía que le corresponde, como si tuviera sus propios paneles en casa.
La clave está en el autoconsumo compartido, un modelo legalmente reconocido en España que permite repartir la energía generada por una instalación fotovoltaica entre varios consumidores situados a una distancia máxima de 2.000 metros.
Esto significa que no necesitas tener paneles en tu tejado, ni siquiera tener tejado propio, para beneficiarte del sol.
Participar en una comunidad solar en Cuenca
En provincias como Cuenca, el modelo de comunidad solar tiene un potencial enorme. Gracias a la elevada radiación solar de la zona y al crecimiento de proyectos de autoconsumo colectivo, cada vez más conquenses pueden acceder a energía renovable de proximidad.
Existen comunidades solares en desarrollo tanto en núcleos urbanos como en zonas rurales de Cuenca, permitiendo a los vecinos participar sin necesidad de realizar grandes inversiones ni disponer de espacio propio. Si vives en Cuenca capital o en municipios cercanos, puedes unirte a una instalación colectiva ubicada a menos de 2.000 metros y disfrutar de los beneficios de la energía solar sin complicaciones.
¿Cómo puede participar alguien que vive en un piso?
Si vives en un edificio de pisos, hay varias formas en las que puedes participar en una comunidad solar:
En este modelo, una empresa promotora (o una cooperativa) instala los paneles en un tejado disponible —por ejemplo, el de una nave industrial, una comunidad vecina o un terreno alquilado— y tú accedes a una parte de esa energía mediante contrato. No necesitas obra, ni permisos comunitarios: solo inscribirte, firmar el acuerdo y empezar a beneficiarte.
Este modelo busca no solo ahorrar energía, sino también empoderar a las personas y fomentar la soberanía energética local. Muchas de estas comunidades reciben financiación pública o apoyo técnico, y ya se están desarrollando en municipios y barrios de toda España.
¿Qué necesitas para sumarte a una comunidad solar?
Participar en una comunidad solar es mucho más sencillo de lo que parece. Estos son los pasos básicos:
Además, muchos de estos proyectos son flexibles y no requieren permanencia, lo que permite adaptarse a tus necesidades si cambias de domicilio.
Conclusión
Sí, puedes participar en una comunidad solar aunque vivas en un piso. Ya no es necesario tener una casa con tejado propio para beneficiarte de la energía del sol. Gracias al autoconsumo compartido, a las comunidades solares de proximidad y a los nuevos modelos de generación colectiva, millones de personas tienen hoy acceso a energía renovable, limpia y más barata.
Si estás comprometido con la sostenibilidad y quieres empezar a ahorrar, infórmate sobre las iniciativas activas en tu zona o contacta con una empresa que gestione este tipo de proyectos. Vivir en un piso ya no es una barrera: ahora también puedes ser parte del cambio energético, especialmente en provincias como Cuenca, donde el impulso a la energía solar está en pleno crecimiento.