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El proyecto ‘Senderos inclusivos’ convierte la Serranía conquense en un espacio accesible para personas con diversidad funcional

Redacción | Martes 15 de julio de 2025
El proyecto ‘Senderos inclusivos’ de PRODESE, financiado por ayudas Leader, busca facilitar el senderismo a personas con discapacidad en la Serranía de Cuenca. Incluye señalización adaptada y actividades de sensibilización, promoviendo un turismo accesible e inclusivo. La iniciativa fomenta la igualdad de oportunidades en el disfrute de la naturaleza.

El Grupo de Desarrollo Rural PRODESE ha puesto en marcha, gracias a las ayudas Leader, el proyecto ‘Senderos inclusivos’, una iniciativa pionera de Montaña Inclusiva y Adaptada promovida por la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha. Su objetivo es acercar la naturaleza y la práctica del senderismo a personas con discapacidad en la Serranía de Cuenca.

Este proyecto ha permitido señalizar de forma inclusiva varios tramos del GR-66, adaptando la información a personas con movilidad reducida o discapacidades físicas, sensoriales o intelectuales. Para ello, se ha utilizado señalética inclusiva (SIDIF), un sistema innovador que ofrece datos específicos para cada tipo de diversidad funcional. Las rutas se han diseñado teniendo en cuenta el uso de dispositivos de apoyo como la silla Joëlette o la barra direccional.

La presidenta de PRODESE, Coral Pardo, ha subrayado la relevancia de esta iniciativa, destacando que “uno de los objetivos del Grupo de Desarrollo Rural es convertir la Serranía de Cuenca en un territorio inclusivo al 100%”. Según Pardo, este proyecto “permite que todo el mundo pueda disfrutar del ocio y la naturaleza, fomentando la igualdad de oportunidades”.

Además de la señalización, el proyecto ha incluido actividades de sensibilización y divulgación, como una jornada en Tragacete en la que los asistentes pudieron experimentar la montaña desde la perspectiva de una persona con diversidad funcional. También se organizaron cuatro cursos de formación para voluntarios, dirigidos a asociaciones y clubes de montaña, bomberos, agentes medioambientales y estudiantes de emergencias y protección civil.

Uno de los momentos más significativos del proyecto fue la ascensión al Pico San Felipe, la cumbre más emblemática de Cuenca, realizada por personas con discapacidad acompañadas por los voluntarios formados. “Fue una jornada muy especial, en la que se materializó todo el esfuerzo realizado y se pudo ver cómo estas personas disfrutaban de la montaña y de sus paisajes”, apuntó Pardo.

Asimismo, la presidenta de PRODESE hizo hincapié en que las adaptaciones realizadas no solo benefician a personas con discapacidad, sino también a mayores o personas con movilidad reducida temporal, recordando además que “la silla Joëlette también constituye un sistema de evacuación muy importante en el medio rural”.

‘Senderos inclusivos’ se enmarca dentro de un proyecto más amplio denominado ‘Castilla-La Mancha sin techos’, que busca llevar a personas con discapacidad a las cumbres más altas de la región. En palabras de Adolfo Marco, responsable del área de inclusión de la Federación de Montaña de Castilla-La Mancha, “hay muchos deportes donde la discapacidad ya está integrada, pero en el montañismo todavía existe un gran desconocimiento sobre las adaptaciones posibles, y eso queremos cambiar”.

Marco también animó a las empresas turísticas de la Serranía de Cuenca a sumarse al reto de adaptar sus servicios para fomentar un turismo más accesible e inclusivo, abriendo así nuevas oportunidades para el desarrollo rural y el bienestar de toda la población.

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