Cuenca

Hostelería en Cuenca: soluciones sostenibles para reducir residuos en cocinas y comedores

Calle Carretería (Foto: Sergio Valverde).
Miércoles 10 de septiembre de 2025

La hostelería late con fuerza en Cuenca. Es el motor que alimenta al turismo, a la gastronomía y a la vida social de la ciudad. Pero tras cada servicio, cada menú degustado en el casco histórico o cada estancia en un hotel, queda una cara menos visible: toneladas de residuos que se acumulan día tras día. Para hacerse una idea, según datos de Ecovidrio, el sector Horeca llega a concentrar cerca del 50 % de los envases de vidrio de un solo uso en España. Una cifra que convierte la sostenibilidad en un reto ineludible, pero también en una oportunidad de transformación para bares, restaurantes y alojamientos.

Un sector clave para la economía local

En Cuenca, hablar de hostelería es hablar de identidad. El turismo mueve la economía y la gastronomía se ha convertido en uno de sus grandes reclamos. El casco histórico, la serranía y los paisajes que rodean la ciudad reciben cada año a miles de visitantes que buscan no solo cultura y naturaleza, sino también sabores y experiencias. En ese escenario, la manera en que los bares, restaurantes y alojamientos gestionan sus residuos ya no es un detalle menor: puede marcar la diferencia entre un negocio rentable y uno rezagado, entre una imagen de modernidad y otra de indiferencia.

El compromiso, además, ya se deja notar en la ciudad. Según datos recientes del Ayuntamiento, casi el 70 % de los establecimientos hosteleros conquenses cumplen con la normativa de reciclaje vigente, una cifra que refleja el esfuerzo del sector por adaptarse a un modelo más sostenible y alineado con las demandas de los nuevos tiempos.

El desafío de los residuos en cocinas profesionales

Ofrecer un buen servicio ya no es el único reto de bares y restaurantes. Tras la barra y en las cocinas se libra otra batalla: la de los residuos que se multiplican cada día. El cartón de los embalajes, el plástico de un solo uso y otros materiales ocupan metros valiosos en locales que, en muchos casos, cuentan con un espacio mínimo para almacenarlos. A ello se suman los costes de la gestión externa y el tiempo perdido en continuos desplazamientos hasta los contenedores, que roban energía a lo verdaderamente importante: atender al cliente.

La escena se repite con facilidad en distintos rincones de la ciudad. En un bar del Casco Antiguo, varias cajas de cartón y bolsas de plástico pueden acumularse en pocas horas de servicio. En un restaurante familiar, la despensa se convierte en un almacén improvisado de embalajes a la espera de ser retirados. Y en un hotel de tamaño medio, el personal debe interrumpir su rutina varias veces al día para vaciar contenedores que se llenan con demasiada rapidez. Son ejemplos cotidianos de un problema silencioso, pero con un impacto real en la eficiencia y la imagen del negocio.

Innovación y sostenibilidad como aliadas

La hostelería de Cuenca no se queda al margen de las nuevas tendencias sostenibles. Cada vez son más los negocios que apuestan por separar residuos en origen, reciclar de manera selectiva o reducir el uso de plásticos de un solo uso. A estas prácticas se suman tecnologías que facilitan el día a día en locales pequeños y medianos. Entre ellas destacan las compactadoras neumáticas, que permiten reducir el volumen de cartón y plástico de forma sencilla. Empresas especializadas como Mil-tek ofrecen equipos diseñados para optimizar el espacio y disminuir la frecuencia con la que los trabajadores deben desplazarse hasta los contenedores, lo que se traduce en más orden y eficiencia.

Pero la innovación no se limita a la tecnología. También crecen las iniciativas basadas en acuerdos con proveedores para emplear embalajes retornables, en la reducción del plástico de un solo uso o incluso en la implantación de sistemas de compostaje para los residuos orgánicos. Son medidas que, combinadas con soluciones de compactación y reciclaje, conforman una estrategia integral que permite a los negocios minimizar su impacto ambiental sin renunciar a la rentabilidad.

El esfuerzo cuenta, además, con el respaldo institucional. La Junta de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha una campaña informativa pionera dirigida al canal Horeca, con el objetivo de reforzar la recogida selectiva de residuos en casi 5.800 establecimientos de la región. Una señal de que la sostenibilidad ya no es una opción lejana, sino una exigencia real que se abre paso en la hostelería local.

Ventajas prácticas para los negocios

Hablar de sostenibilidad en la hostelería no es quedarse en lo abstracto. Las medidas para reducir residuos tienen un impacto directo y visible en el día a día de los negocios. Desde el punto de vista económico, significan menos gasto en transporte y recogida, además de un aprovechamiento más inteligente del espacio disponible. En lo operativo, liberan a los trabajadores de los continuos viajes hasta los contenedores y permiten mantener cocinas y almacenes mucho más ordenados. Y en el plano medioambiental, cada paso hacia el reciclaje se traduce en un aumento del material recuperado y en una reducción real de la huella de carbono.

Una apuesta de futuro

La hostelería de Cuenca tiene por delante el reto de mantener viva su tradición mientras avanza hacia un modelo más moderno y sostenible. El camino ya está trazado y las soluciones para gestionar los residuos de manera responsable existen. Adoptarlas marcará la diferencia en un sector que, además de ser motor económico, puede convertirse también en ejemplo de compromiso con el entorno.


Noticias relacionadas