Más de 150 personas, ataviadas con vestimentas de época, participaron en este recorrido nocturno que iluminó las calles más emblemáticas del centro histórico. La comitiva partió del Parador Nacional, avanzando hasta el Puente de San Pablo, donde se procedió al cierre simbólico de la puerta de Santa María.
El cortejo continuó por la Plaza de Ronda y la Plaza Mayor, para descender después por la calle Pilares hasta alcanzar la puerta de Bajada a las Angustias. La procesión concluyó en la Anteplaza, donde se escenificó el cierre final de la puerta de San Miguel, poniendo el broche de oro a una noche que conjugó historia, tradición y espectáculo que estuvo acompañado por numeroso público durante todo el recorrido.