Presentado por la pregonera del año pasado, Laura García Melero, a quien ha calificado como “la mejor presentadora para darme toda la fuerza y la vitalidad que tienes y que nos transmitiste el año pasado desde este balcón”, ha recordado cómo la suelta de vaquillas enmaromadas es “el premio con el que el Rey Alfonso VIII obsequió a nuestros valientes soldados que allá por 1177 reconquistaron estas tierras”.
Un pregón en cuya redacción ha incluido de manera muy original los nombres de todas las Peñas Mateas y que ha asegurado que es “un pregón de Cuenca para Cuenca. Un pregón de un alma matea para San Mateo. Un pregón de un amante del toro para preparar el terreno para la salida de la vaquilla”.
De hecho, ha afirmado que “mi vida está enmaromada irremediablemente a esta ciudad y a sus tradiciones, a esa vaca que no es sino el centro de toda la fiesta” y ha añadido que “los que llevamos la tradición matea en el ADN somos guardianes de este linaje y protectores de esta fiesta”.
Diego Escudero ha recordado su infancia en aquellos primeros San Mateos, la experiencia vital cuando hace 24 años le pilló la vaca y su pasado peñista. Ha puesto en valor la música, con sus pasodobles, charangas, orquestas y dulzaineros. Y también ha tenido hueco para la nostalgia, recordando a “tantos y tantos mateos que desde allí arriba seguro que siguen disfrutando de nuestra fiesta”.
“Voces e ilusiones juntas. Una fiesta de todos y para todos”. Una perfecta definición de San Mateo por el pregonero de este 2025.