Según el escrito de conclusiones del ministerio fiscal, el hombre está acusado de un delito de incendio con peligro para las personas y de un delito de daños en un bien de interés cultural (BIC), categoría que este convento tiene desde el año 2001.
La Fiscalía ha relatado que el 3 de mayo de 2024 el hombre roció con un bidón de gasolina las puertas y el felpudo de la iglesia de las Concepcionistas Franciscanas en la Puerta de Valencia de Cuenca, y le prendió fuego con un mechero, para acto seguido lanzar la garrafa de combustible al interior del edificio, lo que inició un incendio que afectó al lugar en que residen las monjas.
El acusado fue detenido tras los hechos, y según el escrito padecía esquizofrenia paranoide y había consumido cocaína, cannabis y alcohol, por lo que sus facultades volitivas estaban "afectadas, aunque no anuladas", y las cognitivas "totalmente conservadas".
Por este motivo ha solicitado una pena de 8 años de prisión y una medida de internamiento para tratamiento médico "en un establecimiento adecuado a la anomalía o alteración psíquica", así como en un centro de deshabituación, durante un período no superior a 15 años.
El escrito de la Fiscalía ha recordado que en el momento de los hechos en el interior de la iglesia había tres personas y once monjas, "dos de ellas con movilidad reducida y alzheimer, las cuales tuvieron que ser desalojadas por la parte interior del edificio por agentes de la Policía Nacional".
Asimismo, ha cifrado los daños causados en el monasterio en 211.145 euros, y ha reclamado una indemnización para la Orden de la Inmaculada Concepción de la Iglesia Católica por esa cantidad.