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Wimbledon por dentro y los secretos del All England Club que pocos conocen
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Wimbledon por dentro y los secretos del All England Club que pocos conocen

viernes 04 de julio de 2025, 11:53h

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Más allá del césped perfectamente cortado y los estrictos códigos de vestimenta, Wimbledon guarda una historia de tradición, misterio y detalles ocultos que lo convierten en uno de los torneos más singulares del deporte mundial. ¿Creías conocerlo todo sobre el Grand Slam británico? Te llevamos dentro del All England Club para desvelarte lo que no sale en televisión.

Tradición que no se negocia

Wimbledon es sinónimo de elegancia, silencio reverencial y etiqueta. Se fundó en 1868 como un club de croquet, y el All England Club comenzó a organizar competiciones de tenis en 1877. Desde entonces ha sido celoso guardián de sus tradiciones. Una de las más notorias es la obligatoriedad de vestir completamente de blanco. Esta norma no es un simple capricho estético: refleja la idea de pureza del juego.

Si eres un experto del torneo y alguna vez has hecho una bet en él, sabrás que el reglamento sobre el blanco es extraordinariamente detallado. Por ejemplo, las prendas interiores visibles también deben ser blancas, y solo se permite un margen mínimo —de un centímetro como máximo— para ribetes o detalles de color. Esto ha causado fricciones con grandes estrellas del tenis en más de una ocasión, y ha obligado incluso a cambiar de ropa a mitad de un partido.

El misterio de la sala de los campeones

Uno de los lugares más enigmáticos del All England Club es la sala privada reservada para los campeones. Situada en el interior del edificio principal, esta estancia no está abierta al público ni a la prensa. Allí, solo aquellos que dan o quitan la razón a los favoritismos de las apuestas Wimbledon, los ganadores del torneo, tienen un momento de intimidad antes de salir al balcón a saludar a la multitud. Se dice que los tenistas pueden tomarse unos minutos para asimilar la victoria, secarse el sudor y firmar una pelota que queda como recuerdo oficial del título.

Hay incluso una tradición no escrita: algunos campeones escriben una pequeña nota y la esconden entre los libros antiguos que decoran la sala. Un gesto simbólico, como si dejaran una huella secreta que solo otros campeones podrán descubrir en el futuro.

Los jardineros del césped más famoso del mundo

El césped de Wimbledon es una obra de ingeniería viva. Aunque muchos creen que se trata de un césped natural cualquiera, en realidad se cultiva a partir de una mezcla específica de raigrás 100% perenne. Se corta a exactamente 8 milímetros de altura, y su mantenimiento requiere el trabajo de un equipo de más de 15 jardineros especializados.

Lo curioso es que este césped solo está operativo durante el torneo. Apenas termina la competición, se arranca por completo y se vuelve a sembrar. El proceso empieza casi de inmediato, y los expertos tienen apenas 11 meses para preparar la superficie perfecta para el siguiente año.

El refugio subterráneo de los recogepelotas

Los recogepelotas de Wimbledon, entrenados con meses de antelación, siguen un protocolo estricto en su comportamiento. Su precisión y disciplina son tan pulcras como el césped que pisan. Pero ¿a dónde van cuando no están en pista?

Pocos saben que bajo el All England Club existe un sistema de pasillos y salas destinado exclusivamente a ellos. En este pequeño refugio subterráneo se cambian, se hidratan y repasan indicaciones con sus supervisores. El ambiente allí es tan meticuloso como en la superficie, y cada uno tiene asignado un horario de actuación que se organiza como una coreografía invisible.

Fresas, crema… y cifras millonarias

El icónico postre de Wimbledon, las fresas con nata, es solo una delicia veraniega; pero también es parte del ritual del torneo. Cada año se sirven más de 190.000 raciones, todas con fresas cuidadosamente seleccionadas de granjas cercanas en Kent. Las frutas deben ser del mismo tamaño, de color uniforme y recogidas no más de 24 horas antes de servirse.

Detrás de esta tradición hay una logística tan exigente como cualquier saque en la pista central. Las fresas llegan al club al amanecer y se revisan una a una. Se calcula que el consumo de fresas y crema genera ingresos de más de 1,3 millones de libras durante el torneo.

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