Este sábado 5 de julio, Cuenca vuelve a estar bajo el radar de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha activado el aviso amarillo por altas temperaturas y también por lluvias y tormentas, una combinación que marcará una jornada de tiempo muy cambiante.
Según la Aemet, las temperaturas en algunas zonas del noreste peninsular, entre ellas la provincia de Cuenca, podrían alcanzar los 34-36 grados, especialmente en áreas del interior. Esta situación se produce en un contexto de ambiente inestable, con la posibilidad de tormentas localizadas en zonas de montaña y en el norte del Sistema Ibérico, donde se encuentra enclavada la Serranía de Cuenca.
El ambiente inestable se mantendrá durante toda la jornada en buena parte de la mitad norte y el tercio este del país, con abundante nubosidad de evolución diurna y posibilidad de chubascos intensos en puntos elevados. A pesar del calor, no se descartan rachas fuertes de viento asociadas a estas tormentas.
En el resto del país, el panorama meteorológico estará marcado por la variabilidad: cielos poco nubosos en Baleares, calor en el sureste peninsular y calima en Canarias. En zonas como Galicia y el interior del Cantábrico se prevén cielos muy nubosos y precipitaciones, mientras que las máximas descenderán ligeramente en la mitad norte.
Las temperaturas mínimas, por su parte, no experimentarán grandes cambios y se mantendrán por encima de los 20 grados en áreas del sur y del litoral mediterráneo, dejando noches tropicales en muchas zonas.
Desde la Aemet se recomienda precaución ante los cambios bruscos del tiempo, especialmente en zonas rurales o de montaña, donde pueden producirse tormentas intensas en cortos periodos de tiempo.