La Diputación de Cuenca y la Asociación Síndrome de Down de Cuenca y Provincia (Adocu) han renovado su convenio de colaboración para el Proyecto de Integración Socio-Laboral, dotado con 40.000 euros, que permite a cuatro personas con síndrome de Down incorporarse a la plantilla de la Diputación como ayudantes de ordenanza, promoviendo su inclusión y desarrollo profesional.
El presidente de la
Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, y el presidente de la Asociación Síndrome de Down de Cuenca y Provincia (
Adocu), Carlos Vicente Cuesta, han firmado un nuevo convenio de colaboración para el desarrollo del Proyecto de Integración Socio-Laboral, dotado con 40.000 euros. Gracias a este acuerdo, cuatro personas se incorporan a la plantilla de la Diputación para desempeñar tareas de ayudante de ordenanza.
El acto contó con la presencia de la diputada de Servicios Sociales, Eva García; el vicepresidente de Adocu, Alfonso Pérez; y los trabajadores Alfonso, Carlos y Javier.
Martínez Chana destacó la satisfacción de poder mantener un convenio que lleva más de 25 años en vigor. “Su importancia va más allá de los cuatro puestos de trabajo que ocupan estas personas. Es un ejemplo de cómo desde el Equipo de Gobierno apostamos por una sociedad basada en la integración real, donde las personas con síndrome de Down tengan oportunidades laborales que les permitan desarrollar su proyecto de vida”, señaló.
El presidente de la Diputación subrayó además la profesionalidad y dedicación de Alfonso, Carlos, Gustavo y Javier, que aportan alegría y optimismo al día a día en el trabajo y se han ganado el corazón de todos sus compañeros. “La inclusión no es un objetivo de futuro, sino una realidad diaria que nos enriquece a todos”, afirmó.
Por su parte, Carlos Vicente Cuesta resaltó que la colaboración de la Diputación “es fundamental para el futuro de las personas con síndrome de Down en Cuenca”, permitiendo que puedan seguir con su proyecto de vida y acceder a un empleo estable. “Gracias a este convenio no sólo pueden trabajar, sino que también acceden a una vida plena, integrándose en la sociedad conquense”, subrayó.
Los trabajadores implicados reconocieron su entusiasmo por mantener un empleo que les permite aprender y asumir responsabilidades cada día. Javier comentó que “cada día podemos aprender y hacer cosas distintas”, mientras Carlos señaló que “me gusta trabajar duro para poder ganar dinero para mi familia”. Alfonso añadió que, además de sus tareas habituales, realizan actividades asignadas por la trabajadora de Adocu para seguir mejorando día a día.