Hay un gran desconocimiento alrededor del mundo de la caza, de modo que muchas personas no saben ni siquiera que existen varias modalidades y tipos de cazadores.
De hecho, es un mundo tan amplio que incluso hay empresas como Pro Hunting Spain, las cuales se dedican a organizar eventos de caza con el fin de que los cazadores solo se preocupen de cobrar alguna pieza.
Caza mayor
Uno de los tipos de caza es la mayor, aquella en la que se cobran piezas como los ciervos, los corzos, etc., y en la que se requiere de una gran organización para poder disfrutar de unas horas en el monte.
Se puede hacer en grupo en lo que se conoce como montería, en la que varios cazadores se apostan entre la vegetación mientras las rehalas de perros van empujando a las presas en dirección a ellos.
También es posible hacerla en solitario, como cuando se va a cazar al macho montés de Sierra Nevada en la modalidad de rececho, y en la cual se suele ir acompañado de un guarda que sabe dónde están las cabras montesas y señala la pieza a cazar.
Aquí hace falta tener una buena forma física, pues se pasan horas y horas caminando por lugares con cuestas, muy escarpados, y en ocasiones hay que darse prisa con el fin de que los animales no se vayan de los sitios en los que comen o descansan.
Este tipo de caza era minoritaria hace unas décadas, pero con la extensión de animales como los jabalís ahora es muy común, ya que en ocasiones se lleva a cabo incluso como algo que sirve con el fin de ayudar a la comunidad a eliminar a estos animales, que son muy dañinos para el entorno.
Caza menor
Es la caza mayoritaria, la que tiene más aficionados porque es la más fácil de practicar y en la que se cobran piezas del tipo del conejo, la liebre o la perdiz, que es la reina de esta modalidad de caza.
Como en el caso anterior, se puede hacer en solitario o en grupo, aunque muchas personas (sobre todo cuando se trata de la perdiz) prefieren cazar en grupo, en lo que se denominan ojeos.
Los cazadores se colocan en unos puestos hechos de materiales naturales como la retama, mientras un grupo de varias decenas de personas empujan a los animales hacia ellos haciendo ruido.
Conforme pasan los minutos, las perdices se van acercando a los puestos y los cazadores las abaten. En muchas ocasiones están asistidos por una persona que se encarga de recargar las escopetas, pues se suele cazar empleando dos armas.
Esta modalidad de caza es muy importante para la economía de los pueblos
Más allá del disfrute de los cazadores, los ojeos son parte fundamental de la economía de los pueblos, pues dan trabajo a decenas de personas durante la temporada de caza.
En unas zonas en las que las oportunidades laborales no abundan, cientos de habitantes de estos lugares tienen empleo como ojeadores o secretarios, lo que ayuda mucho a las economías locales, más en la época de invierno en la que suelen estar muy paradas.
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