La rutina diaria suele seguir un ritmo predecible, y la gente se acostumbra a hacer las mismas cosas una y otra vez sin darse cuenta de que algunas de ellas son perjudiciales. Algunos hábitos aparentemente inofensivos pueden minar gravemente la salud mental, perjudicando la vida cotidiana, afectando a las relaciones, creando problemas en diversos ámbitos de la vida, incluida la vida profesional.
Estos son los principales hábitos de los que debe deshacerse para mantener su bienestar emocional.
Autoinculpación
Es uno de los más peligrosos. La autocrítica razonable es incluso útil, pero cuando hay demasiada, aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental. La culpabilización conduce a una baja autoestima, inseguridad, culpabilidad constante y excesiva exigencia personal. Genera aislamiento social, aumenta el riesgo de depresión. Por ejemplo, las casas de apuestas legales en España demuestran que los jugadores que se critican a sí mismos pierden mucho más a menudo.
No mantener la calidad del sueño
La falta de sueño reparador también es perjudicial para la salud mental. El descanso es esencial para que el cuerpo y la mente se recuperen. Cuando una persona duerme poco o mal de forma constante, se producen consecuencias como irritabilidad, falta de concentración, mal humor, pensamiento lento, mal humor, disminución de la energía, disminución de la productividad, desequilibrio hormonal.
Alimentación inadecuada
Todo lo que comes tiene un impacto directo en cómo te sientes. Un exceso de bebidas con cafeína (café, té, bebidas energéticas), chocolate, bebidas alcohólicas, azúcar provoca un aumento de la tensión interna y activa los mecanismos de adicción. Algunos medicamentos también pueden provocar esta situación.
Sedentarismo
La falta de actividad física también es perjudicial. Para que la mente esté sana, el cuerpo también debe estarlo. El cuerpo humano necesita movimiento para liberar energía, equilibrar las hormonas y mantener una vida agradable y plena. Estar sentado sin moverse durante largos periodos de tiempo puede aumentar la irritación, provocar un aumento de la ansiedad, contribuye a la obesidad, una enfermedad crónica asociada a la baja autoestima, la depresión y la estigmatización social.
Posponer las decisiones para más tarde
Es habitual, muchas personas ni siquiera se dan cuenta ni ven el daño que les hace. Posponer decisiones y acciones pone en peligro la salud de tu mente, lo que puede alejarte cada vez más de la consecución de tus objetivos.
Mala gestión del tiempo
No organizar el tiempo es una amenaza para la salud mental, ya que afecta a la productividad, aumenta la ansiedad e interfiere en las tareas que se disfrutan.
Preocuparse demasiado por lo que piensan y dicen los demás
Preocuparse demasiado por lo que los demás piensan y dicen de ti puede impedirte hacer lo que realmente quieres. Te empuja a una búsqueda perpetua de una perfección inalcanzable. Conduce a una autocrítica excesiva, a la exigencia, a sentimientos de inutilidad y fomenta relaciones abusivas y peligrosas marcadas por la dependencia emocional.
Como puede ver, muchos hábitos aparentemente inofensivos pueden causar daños importantes en la salud de una persona. Cuanto antes se deshaga de ellos, mejor.
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