A partir de cuatro denuncias presentadas en el pasado año, por personas de entre 70 y 90 años de edad, en la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía de Cuenca, agentes de la misma han detectado una nueva modalidad de estafa llevada a cabo en la capital, cuyas víctimas son personas mayores, y advierten que nunca se debe facilitar la entrada a la vivienda a personas desconocidas y que siempre se debe pedir la acreditación a los comerciales de las diferentes compañías suministradoras y nunca pagar con dinero en efectivo en el momento de la reparación, ya que todas estas compañías cobran sus facturas a través de las cuentas en las que están domiciliados los recibos.
Estos estafadores, normalmente dos personas, suelen recorrer la ciudad en coche, por zonas poco habitadas para evitar testigos, buscando personas mayores, y a ser posible que se encuentren solas; una vez seleccionada la víctima la abordan, se identifican como empleados de alguna de las compañías de servicios que le suministran la luz, el agua, el gas o el teléfono y le comunican que estuvieron en su casa para realizar unas reformas urgentes y necesarias en los contadores pero que no había nadie y a partir de aquí le van preguntando datos sobre su manera de vivir.
Una vez convencida la víctima, se ofrecen a llevarla en el coche hasta su domicilio para realizar el trabajo. Ya en la casa lo primero que hacen es presentarle una factura del coste de la reforma, normalmente la sustitución del contador, por valor de 300 a 400 euros, exigiéndole obligatoriamente que lo pague en efectivo e indicándole que la compañía correspondiente le devolverá inmediatamente este dinero en la cuenta bancaria donde tiene domiciliados los recibos mensuales del pago del servicio.
Cuando ya tienen el dinero buscan cualquier escusa para alejarse de la casa (a por herramienta, un contador, etc…), y se marchan rápidamente de allí.
Si (
No(
