El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha asistido este lunes en Toledo, junto al resto de Diputaciones de la región, a una reunión con el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, para abordar un Plan Regional de Caminos Rurales para las próximas tres anualidades, que conllevará una inversión total de 45 millones de euros, de la que el 50% correrá a cargo de las Diputaciones con fondos propios -es decir, a razón de 4,5 millones cada una- y los otros 22,5 millones serán aportados entre la Unión Europea, a través de fondos FEADER, con un 75%; la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con un 17,5%; y el Gobierno central, con un 7,5%.
Precisamente, este detalle es el que ha remarcado el presidente conquense en dicha reunión. Y es que, tal y como ha dicho, echa de menos que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aporte más fondos propios a esta cuestión tan importante para los municipios de la región y se vaya a limitar a cerca del 9% de la inversión total del plan.
A su juicio, si el Ejecutivo autonómico contribuyera con más fondos propios el nivel inversor de este plan sería mayor y se podrían atender más caminos y a más municipios, alcanzando las cifras de la legislatura anterior cuando Junta de Comunidades y Diputación conquense destinaron 9,6 millones de euros a esta materia gracias a la firma de varios convenios.
En todo caso, se congratula de que finalmente se vaya a poner en marcha este plan, tras una espera de algo más de un año y medio, porque, al fin y al cabo, va a permitir a la Diputación conquense reanudar el arreglo y acondicionamiento de caminos rurales en la provincia, en lo que se ha destinado desde el año 2011 casi 18 millones de euros.
De ahí que Prieto haya urgido al consejero de Agricultura a agilizar los trámites de este plan con el objeto de poner en marcha cuanto antes las obras de arreglo de caminos tan demandadas por la práctica totalidad de los municipios de nuestra provincia.
Y es que, en su opinión, no hay que olvidar que estas vías son cruciales para los ciudadanos de nuestros pueblos, en unos casos por ser una herramienta básica para el desarrollo de su actividad agropecuaria y en otros por servir de comunicación entre poblaciones.
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