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Robin Hood

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
lunes 13 de agosto de 2012, 00:42h

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De toda la literatura popular sin lugar a dudas Robin Hood es el personajes más utilizado como ejemplo entre nuestros políticos; aquel que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, un buen slogan para los socialistas de todos los partidos. Lo que muchos pasan por alto es que aquel personaje luchaba contra el Sheriff de Nottingham, aquel malvado que exprimía al pueblo a impuestos hasta dejarlo exhausto incautando las rentas de sus súbditos.

 

Por esta razón choca las continuas alusiones a este personaje Sánchez Gordillo cuando, precisamente en el asalto al supermercado, utilizó la expresión favorita del Sheriff y es la de “esto queda expropiado”, y tanto él como su partido y su sindicato son organizaciones totalmente subvencionadas por el dinero de aquellos a los que pretenden defender.

No conviene infravalorar este hecho, y la defensa que sele ha hecho desde muchos sectores. Para mí especialmente peligroso es una de las explicaciones que hizo su  partido diciendo que era un acto simbólico: para alertar sobre el problema de pobreza y ayudar a los que pasan hambre podían haber empleado muchísimos otros sistemas más eficaces, pero se decantaron por una estrategia leninista, revolucionaria y propia de los años treinta, y esto no es casualidad.

Izquierda Unida está sacando el mohoso manual del revolucionario, aprovechando un lógico enfado de la ciudadanía para terminar de encender la calle, un espacio, por cierto, bastante concurrido últimamente, ya sea por los mineros, los taxistas, médicos, empleados de GEACAM, RENFE, AENA las televisiones autonómicas, o, por supuesto, los sindicatos orgánicos.

Pero curiosamente entre todos ellos no se han manifestado los pagadores de impuestos, al menos no lo han hecho como tales, y no es casualidad: un miembro del FMI reconoció que recomendaba a los países subir impuestos por encima de bajar gastos porque saben por experiencia que lo segundo es más difícil de realizar.

Dicho de otra forma, es más fácil subir un poco los impuestos a todo el mundo que cortar de raíz el sustento a grupos concretos, puesto que estos tienen mayores alicientes y capacidad organizativa para poder movilizarse y presionar al gobierno.

Volviendo a los manifestantes, cada uno de ellos defiende sus intereses razonadamente. Lo que ocurre es que sin querer todos ellos en conjunto están dando la razón al gobierno; el tamaño del Estado es tan mastodóntico, hunde sus raíces en tantos aspectos de nuestras vidas, y trata de gestionar tantas cosas que se convierte en inviable si se costea con los impuestos de aquellos que no protestan.

Llama la atención que uno de los ataques que suelen hacerse al gobierno sea aquel que dice que sólo hace recortes y que no toma medidas estructurales, cuando, en realidad, muchas de las que están tomando son precisamente reformas del sector energético, el de transportes, el comercial, o el de las empresas públicas:  lo que ocurre es que en muchas ocasiones estas medidas generan más contestación en la calle pues supone despidos y pérdidas de aquel elemento tan difuso al que unos llaman derechos y otros privilegios.

Gran parte de la contestación en la calle se debe a medidas que tratan de modernizar la economía del país con el fin de mejorar el crecimiento potencial y crear empleo al poco que esto mejore, y será imposible que no haya sacrificados, muchos tendrán que reorientar y renfocar sus vidas, como lo están haciendo los cinco millones de desempleados.

No me cabe duda de que vamos a salir de la crisis reforzados, con otra mentalidad y mejores en general, tanto a nivel individual como colectivo; y desde luego, como no se sale es con actos como los que hemos presenciado esta semana, más bien nos retrotraen a lo más oscuro y doloroso de nuestro pasado.

 

 

 

Pablo Muñoz Miranzo
Twitter: @pablommiranzo

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