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Saturno devorando a sus hijos

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
martes 18 de octubre de 2011, 23:15h

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En la mitología romana Saturno era el Dios de las cosechas que tras derrocar a su padre su hermano mayor, Titán, le permitió reinar con la única condición de que debía de matar a toda su descendencia para que la sucesión recayese siempre en los hijos de Titán.

En estos tiempos convulsos de la gran crisis mundial que estamos sufriendo, los ciudadanos atribuyen todos los males a sus representantes políticos (de uno y otro partido) como los únicos responsables de la situación y que la única forma de superar la situación es reduciendo el número de políticos, bajando su sueldo y que éstos a su vez echen a la calle a la mitad de los funcionarios (de la defensa de la función pública hablaré otro día). Parto de la base que los políticos tienen parte de culpa de lo que está sucediendo, pero no son los únicos culpables y que esta reflexión contará con muchos detractores por lo que voy a escribir, al meterme en una “selva” que será difícil de entender para muchos,

Claro que esta crítica suele venir mayoritariamente de personas que sólo ven los defectos de los demás y de la sociedad, una sociedad que quieren cambiar desde el sofá de casa con el único esfuerzo de ir apretando botones del mando a distancia y que cuando le pides que colaboren, que participen y que se involucren en aportar para cambiar no hacen otra cosa que criticar y despreciar el trabajo de todos lo que lo intenta desde una ideología u otra.

 

Son ciudadanos que se quedan con lo amargo, nunca con lo positivo, son los ciudadanos que se quedan con la corrupción de algunos políticos (la minoría), con el coche oficial y con las inauguraciones y nunca ven el trabajo de trastienda, el que no se ve ante las cámaras, las horas de despacho y de tensas reuniones, los sinsabores y los sacrificios personales y laborales que hay detrás de la inmensa mayoría de ellos (de todos los partidos). No les interesa reconocer el trabajo de ese político que en su pueblo es alcalde y que lo único que consigue es enemistarse con sus vecinos para varias generaciones, no ven ese político que tras años ocupando cargos de responsabilidad regresa a su trabajo y lo echan a la calle por estar “muy vinculado a una ideología” (y este caso por desgracia es real y muy cercano a mi), eso no se escucha entre los ciudadanos, no.

Yo defiendo y defenderé la dignidad de todos los políticos, su honorabilidad y su trabajo, y por ende de sus emolumentos. Por supuesto parto de la base que hay sueldos de políticos desproporcionados, que no es lógico que un concejal cobre más que el presidente de su comunidad autónoma y que éste a su vez cobre más que el presidente del gobierno, pero también parto de la base de que un político debe cobrar únicamente un sueldo, eso si digno y proporcional a su responsabilidad. De ahí que considere necesario que se legisle al respecto cuanto antes.

Los partidos, recogiendo el guante que le han lanzado los ciudadanos, han entrado en una carrera absurda de bajar sueldos y recortar cargos públicos en la que me niego a competir. No es lógico que el responsable de una institución cobre menos que un técnico cuando la responsabilidad administrativa, política y judicial es mucho mayor en aquél, amen de la visibilidad pública que le llevará a estar en boca de todos por cualquier decisión tomada, ya sea buena o mala. Curiosamente dirán que eso va en el sueldo. ¡Pues eso, que vaya en el sueldo!

Si se elimina la remuneración a los políticos, el principio democrático de que todos podemos ser elegidos como representantes públicos se convierte en la quimera porque a la representación ciudadana se podrán dedicar unos pocos que puedan vivir de las rentas volviendo a una representación censitaria típica de los siglos XVIII y XIX y eso, al menos, en la ideología progresista no lo admitiríamos jamás.

Está claro que cuando hay que apretarse el cinturón nos lo debemos apretar todos, pero todos. Podría estar de acuerdo en que sobran cargos, suprimamos los necesarios y no más porque sino dejaríamos a un país sin timonel y con dificultades para marcar el rumbo. No estoy de acuerdo en la supresión indiscriminada que propone Rosa Díez que parece que lo que pretende es eliminar todos aquellos cargos que ella no va a alcanzar pero a los suyos que no se los toquen, como tampoco estoy de acuerdo con la supresión de 50 diputados que propone el mal valorado Rajoy pues con esa medida se convertiría a la cámara baja en una cámara con un bipartidismo crónico a parte de que supondría una merma en la proporcionalidad territorial de algunos ciudadanos como los conquenses que no tendríamos apenas representación. Y si es por ahorrar es mucho más provechosa la idea de Rubalcaba de convertir las diputaciones provinciales en Consejos de Alcaldes, destinando ese ahorro a la creación de empleo juvenil.

Compañeros de política, de unos y otros partidos, no devoremos a nuestros hijos, porque al igual que le pasó a Saturno, uno de ellos, Júpiter, sobrevivió y derrocó a su progenitor. No devoremos a nuestros hijos porque si no tenemos descendencia representativa sobrevivirá uno y éste puede ser la tiranía, la dictadura o cualquier otra forma de gobierno que no recaiga en la soberanía de los ciudadanos…



Ramón Pérez Tornero
Twitter: @Ramon_Perez_T



PD: sirva este artículo de defensa de los Políticos, con mayúscula, que trabajan por sus ciudadanos desde su ámbito competencial, los que echan más horas que un reloj, por los que se desviven por sus vecinos. Para los demás, para los otros: gandules, vividores, aprovechados, corruptos y difamadores mi más absoluto desprecio personal.

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