El PSOE de Cuenca ha mostrado su asombro ante las declaraciones del PP de esta provincia, con las que “confirman que no les interesa la salud de los castellano-manchegos, sólo enredar y molestar”. La diputada regional socialista Carmen Torralba, así, se ha preguntado que “a ver cuándo se enteran en el PP que invertir en salud no es despilfarrar”.
Torralba ha apuntado que “despilfarrar es derivar a pacientes de esta tierra a clínicas privadas de Madrid que no cumplían los requisitos para luego tener que volver a operarlos en Castilla-La Mancha, como sucedió con el escándalo de los niños; y despilfarrar es paralizar los hospitales de Cuenca, Guadalajara, Albacete y Toledo, y tener que pagarles ahora indemnizaciones a las empresas constructoras sin haber puesto un solo ladrillo”. Eso es “lo que hacía Cospedal”.
La responsable socialista ha incidido en que el presidente García-Page ha establecido la Sanidad como una de sus prioridades y el ejemplo es que “mientras con Cospedal el gasto sanitario por habitante era de 1.242 euros, por debajo de la media nacional, en los Presupuestos de 2016 se ha establecido en 1.358 euros por habitante”.
De hecho, “los castellano-manchegos están comprobando las mejoras que se están produciendo en este ámbito, aunque sabemos que aún falta mucho por hacer ante el destrozo que hizo Cospedal en la Sanidad”. En este punto ha destacado que la normalidad es lo que está imperando este verano en los hospitales y centros de salud de la región “a pesar de las continuadas mentiras del PP”.
Torralba ha continuado diciendo que el presidente García-Page está haciendo todo lo contrario a lo que hacía Cospedal cuando gobernaba, la cual se dedicó a despedir profesionales, a cerrar plantas de hospitales, a intentar cerrar las urgencias nocturnas de los pueblos y a “hacer ricas a clínicas privadas de Madrid a costa de los recursos de Castilla-La Mancha”.
La diputada del PSOE se ha dirigido a su homóloga del PP, María Roldán, para decirle que también han cambiado las cosas “en que ahora se trata por igual a todos los ayuntamientos, como ella misma sabe en su condición de alcaldesa, pues no se la discrimina por su color político como sí hacía el PP, que penalizaba a los ayuntamientos gobernados por el PSOE”.
Para terminar, le ha dicho que “en vez de protestar por las mejoras en Sanidad debería preocuparse por gestionar mejor su Ayuntamiento, convocando los Plenos en tiempo y forma, y no cuando a ella se le antoje”, además de que le ha instado a “quejarse de las actuaciones de su jefe Benjamín Prieto, que utiliza la Diputación Provincial como si fuera suya”.
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