Lo sabemos pero no hacemos nada, o no lo suficiente o, lo que es peor, hacemos el ridículo, como con la candidatura a capital cultural. Tenemos el patrimonio natural y cultural, un enclave geográficamente central y ahora, también unas comunicaciones modernas en el eje Madrid-Valencia.
Tenemos una ciudad evocadora para los creadores y para el turista de a pie pero, ni con la proyección mediática de la visita de sus altezas reales logramos despegar en las cifras de negocio turístico y hotelero. Algo estaremos haciendo mal.
Es una obviedad afirmar que son las empresas las que crean empleo, conviene recordar también que lo hacen donde les apetece y, por lo visto hasta ahora, ni les ha apetecido hacerlo en Cuenca ni es previsible que les apetezca hacerlo en un futuro próximo.
Por tanto, en Cuenca deben ser las administraciones las que llenen el vacio clamoroso que deja la incomparecencia empresarial. No ha ocurrido tal cosa en época de bonanza y ahora, con la crisis, será más difícil pero más necesario aún si cabe. En estos momentos, la inversión pública productiva, la que justifica cada euro del presupuesto público que se invierte en forma de retorno en euros de actividad económica, no es una opción, es una obligación, y en Cuenca lo es de forma especialmente perentoria.
Por otra parte, no deberíamos olvidar que en Cuenca se han hecho ya, cierto es que con retraso, cuantiosas inversiones en materia de infraestructuras de comunicación y transporte, que exigen las inversiones complementarias necesarias para que tal empleo de fondos públicos encuentre justificación en forma de retorno en aumento de actividad económica y empleos.
Ave y autovía pueden convertir a Cuenca en un enclave de nivel europeo para la economía creativa y el turismo cultural y en la naturaleza, pero algo nos ha faltado hasta el momento para dar el salto, para encontrar el punto de inflexión.
Y son todas estas reflexiones las que me suscitó la nota de prensa que, al informar de la toma de posesión de María Dolores de Cospedal como presidenta regional, reseñaba su apuesta por una nueva legislación en materia de museos y patrimonio histórico, además de un impulso a la red de parques arqueológicos.
Cada euro invertido en recuperación del patrimonio histórico y cultural se multiplica en muchos euros de actividad económica en el sector turístico. Igual que el turismo, la economía creativa ha crecido en España incluso en la actual situación de grave crisis económica y de empleo. Nos ocuparemos en otro momento del resto de aspectos de la llamada economía creativa y su relación de mutuo beneficio con el sector turístico, pero hoy tocan museos.
Mientras se nos llenaba la boca calificando a Cuenca como ciudad de los museos, la actuación museística de mayor alcance en estos años en la región se ha realizado en Toledo con el museo del ejército. Creo que es exigible que la legislación que anticipa el nuevo gobierno regional sea la oportunidad para la definitiva consolidación de Cuenca como ciudad de la cultura.
El Museo Regional de Arte Contemporáneo, como centro para la expresión creativa en adecuada sinergia con la facultad de bellas artes, es una instalación imprescindible para conseguir este objetivo, diré de nuevo que en la ubicación privilegiada del edificio del Seminario. También lo sería el Centro Regional para las artes escénicas. También una sucursal en Cuenca del museo nacional de ciencias naturales aprovechando el tirón de los dinosaurios de Lo Hueco (incluido el concavenator corcovatus, por supuesto).
Sería bueno también que, en este contexto, los yacimientos arqueológicos de la provincia, también prolija en este aspecto, recibieran el impulso necesario para que se conviertan en activo fundamental de un sector turístico que no termina de despegar en Cuenca, en lugar de eternizarse en trabajos de recuperación, véase el ejemplo de Noheda, que parecen no tener fin,.
La estrategia europea de desarrollo y cohesión territorial apuesta por la inclusión y la innovación, y yo en Cuenca, por ahora, en lugar de lo uno o lo otro, lo que veo es un futuro de despoblación y exclusión por razón del territorio.
Jesús Neira Guzmán
Si (
No(
