Destacaron que “la principal labor social de la ONCE, aquella que la caracteriza y define, aquella que la gente percibe más claramente, es la inclusión social mediante el acceso al empleo en la venta del cupón, de personas con discapacidad y muy particularmente de los afiliados y afiliadas a la ONCE, personas ciegas o con deficiencia visual grave”.
“La dirección de la ONCE lleva ya 5 años intentando asentar una red de venta externa, paralela a la red tradicional del personal vendedor, con el único objetivo de reducir costes laborales, menospreciando a su principal red de ventas que ingresa el 95% de su recaudación, gracias a sus vendedores y vendedoras”, denunciaron desde la FSC CCOO.
De la red tradicional de ventas – personas con discapacidad – dependen directamente 23.000 familias. En la provincia de Cuenca hay medio centenar de vendedores y vendedoras, y media docena de personal administrativo en la delegación conquense de la ONCE.
En 2014 los ingresos de la ONCE por venta de su red tradicional – personal vendedor – supusieron el 95% del total. El año 2015 se cerrará con unos ingresos totales similares, en los que el canal externo no alcanzará previsiblemente más de un 4,5% de las ventas. “Por todo ello, - comentaron -, es difícil entender que la dirección de la ONCE siga apostando por una red externa que ofrece un resultado tan pequeño y que sin embargo ocasiona a la red tradicional un perjuicio tan grande”.
“Desde CCOO consideramos que no es ni normal ni ético que los directivos sancionen al personal vendedor por no llegar a los mínimos de ventas, mientras se les hace la competencia desleal a través de puntos de venta como los estancos, gasolineras, quioscos de prensa y ahora también oficinas de correos, ubicados en muchos casos al lado del quiosco o la esquina, donde el personal vendedor intenta ganarse la vida”, declaró finalmente el Secretario de Acción Sindical de la FSC CCOO-Cuenca, Ángel Luis Castellano Bobillo.