Ciudadanos espera que el ofrecimiento del edificio de los sindicatos a Interior para la nueva Comisaría no sea “a coste cero”

La formación naranja reclama información sobre los términos económicos de dicho ofrecimiento al alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, para conocer qué cantidad de dinero podría recuperar el Consistorio con dicha operación. En este sentido, apunta que se han invertido 2,4 millones de euros en unas obras inacabadas que, además, “están generando problemas de seguridad por la existencia de okupas y la declaración de continuos incendios”.

Ciudadanos pide también que se aclare a qué se destinó la parte del préstamo no invertida en obras, “y que sólo ha contribuido a incrementar la deuda del Ayuntamiento de Cuenca, cifrada actualmente en 70 millones de euros”.

Por otro lado, los concejales de dicha formación creen que Mariscal debe aclarar qué pasará finalmente con el acuerdo de permuta firmado el 23 de octubre de 2007 entre el por entonces alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, por el cual el Consistorio se comprometía a construir tres edificios para albergar las sedes de CEOE, CCOO y UGT, a cambio del inmueble de los agentes sociales del parque de San Julián.

Para C´s, la incertidumbre sobre este acuerdo, especialmente después de que el alcalde lo diera por “caducado” a finales del año pasado y de que el Ministerio de Trabajo anunciara que tenía previsto destinar 470.000 euros en la reforma del edificio, plantea nuevas incógnitas como la de dónde se ubicará definitivamente la sede de los sindicatos, qué pasará con el edificio a medio construir de los empresarios, o cómo se recuperará parte de la inversión realizada si finalmente el Consistorio no puede disponer del inmueble del centro de Cuenca.

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En relación a la comisaría, C´s pide que, dada las exigencias arquitectónicas que dichos edificios requieren desde el punto de vista funcional, se cuantifique el coste de la readaptación de un inmueble inicialmente previsto para oficinas.

Del mismo modo, considera conveniente valorar otras ubicaciones “que no suponga seguir sacando servicios de la ciudad, como ocurrió con el AVE o se pretende ahora con la línea de tren convencional”.