La Casa de Cultura de Motilla del Palancar, acoge hasta el próximo 6 de septiembre entre las 21:00 y 23:00 horas, una magnifica exposición de pintura a cargo de Julia Toledo Moreno, donde la historia, discapacidad y valía es protagonista.
Julia Toledo Moreno, nació hace 14 años en Motilla del Palancar, al tercer día de vida contrajo meningitis, lo que le dejó importantes secuelas y un diagnostico de parálisis cerebral, aunque a pesar de esto, Julia, como luchadora no ha dejado de trabajar para su rehabilitación.
Brillantez, virtuosismo o ingenio, son algunos de los adjetivos que se pueden aplicar a ésta joven artista motillana, que a pesar de su discapacidad y gracias también al apoyo unánime de todos sus familiares ha conseguido tener una alegría permanente y ganas de vivir, haciendo que sea una artista expresiva e interesante.
Los primeros pasos de Julia en la pintura han sido en el campo de la abstracción, la pintura tiene razón de ser en sí misma y en su necesidad de expresarse libremente, asimismo y después de haber contemplado con interés y entusiasmo un libro sobre arte impresionista, pintó una composición totalmente diferente y evolucionando a un estilo muy personal.
Pinturas como “Flores” “Pez Volador” o “Don Quijote”, son algunos de sus dignos trabajos, que precisamente ésta ultima obra y que fue una de las primeras, pues data de 2004, fue elegida por la alcaldía de Motilla del Palancar para estamparla en el tarjetón de felicitación del IV Centenario de El Quijote, y cuando por entonces Julia tenía tan solo 8 años.
Su dificultad para hablar la han llevado a buscar su propio lenguaje de colores, líneas y signos, que pueden verse y se representan en cada una de sus obras, lo que implica la oportunidad de poder comunicarse y articular sus emociones y sentimientos interiores plasmando colores intensos, incluido el negro, manchas y trazos y goterones llenos de plasticidad y fuerza, un mundo interior lleno de vibraciones y estremecimientos, y su particular manera de comprender y experimentar la vida.
En este caso Julia Toledo Moreno, trabaja con pinturas acrílicas, por la comodidad que supone el secado rápido, son inodoras, no toxicas y se limpian fácilmente con agua y jabón, ya como soporte utilizó al principio papel continuo y después papel especial para acuarela.