García Hidalgo ha recordado que, tanto él, como el concejal Javier Ruiz, han denunciado en los debates de presupuestos, una y otra vez, que se estaban “falseando los presupuestos, engordando los ingresos para poder cuadrar las cuentas”.
Desde el PP se señala que la razón por la que Juan Ávila y Hernández Valero han “tirado la toalla” y, tal como anunciaron en el último pleno, han renunciado a elaborar un presupuesto, “no es por higiene electoral sino por incapacidad absoluta”.
García Hidalgo ha explicado que el Ministerio de Hacienda, para dar el visto bueno al presupuesto, “establece unas condiciones que generan graves consecuencias para el ayuntamiento”.
Según los populares, el informe del MHAP obliga a una reducción de gasto corriente de unos 4 millones de euros que corresponden a la devolución del anticipo de la participación en los tributos del estado correspondientes a este ejercicio. Además, habría que eliminar, al menos, 1,5 millones de euros del capítulo 3, que el borrador del Ministerio apunta como ingresos inflados. Desde el Grupo Popular se indica que “solo estas dos condiciones suponen un agujero 5,5 millones de euros, el 10% del presupuesto municipal”.
Por otro lado, apuntan desde el PP, el informe denuncia un aumento en los gastos de personal en la Gerencia Municipal de Urbanismo, en el Patronato de Promoción Económica, Formación y Empleo, en la Empresa “Aguas de Cuenca”, y en la Fundación de Cultura “Ciudad de Cuenca”. Asimismo, una de las condiciones que aparecen en el informe supone la reducción de gasto corriente en la Gerencia Municipal de Urbanismo.
García Hidalgo ha declarado que “ si a estos 5,5 millones consecuencia del informe del Ministerio de Hacienda, le unimos los 2,5 millones que el ayuntamiento ha de pagar a la anterior concesionaria de la empresa de autobuses y los 3,5 millones de deuda que el ayuntamiento tiene con el Consorcio Ciudad de Cuenca, podemos darnos cuenta de la magnitud del desastre al que Juan Ávila ha llevado al ayuntamiento, tras recibir 42 millones de euros del gobierno de España para saldar sus deudas con los proveedores”.
El portavoz popular ha terminando afirmando que “A pesar de que Juan Ávila deja una verdadera bomba de relojería debajo del sillón del próximo alcalde, Ángel Mariscal será capaz, haciendo una política inteligente y transparente, de desactivar esa bomba y de sacar adelante el proyecto ilusionante que Cuenca necesita”.
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